Si hay una obra en Cartagena que sea sinónimo de modernidad e infraestructura de vanguardia es el viaducto que bordea la ciénaga de La Virgen y que conecta el acceso del túnel de Crespo con la doble calzada de la vía al mar, que une a esta ciudad con Barranquilla. No obstante, en sus entrañas, ha evolucionado un cordón de pobreza que contrasta con los edificios de lujo del sector. (Lea: ¡Atención! Transcaribe entregará la mitad de la operación del sistema)
Esta ocupación en La Boquilla, corregimiento de Cartagena, consta de más de 820 viviendas construidas con todo tipo de material, según denunció el concejal Hernando Piña Elles en la plenaria del Concejo. Estas invasiones habrían depredado manglares y rellenado zonas de bajamar que, con respecto a lo solicitado por el cabildante, requieren de un control urgente.
Piña aseguró que su denuncia fue motivada por el clamor de líderes comunales del corregimiento y habitantes de los complejos residenciales aledaños. “Existen muchos cambuches armados en material, me cuentan que donde había mangles ahora son grandes extensiones de tierra a punta de rellenos ilegales y que atentan contra el medioambiente. Parece que no hay autoridad que pueda parar esto”, aseveró el concejal.
¿Quién debe controlar?
La ocupación ilegal de zonas de bajamar y espacio público en La Boquilla, en la zona del viaducto, provocan el deterioro y contaminación ambiental en la zona. La Alcaldía de la Localidad 2, en cabeza de Andy Reales, es la dependencia con responsabilidad directa y que desde su posesión hay hecho operativos al respecto.
Estas intervenciones se han hecho junto al Establecimiento Público Ambiental, EPA Cartagena; Armada Nacional, Dimar, Guardia Ambiental, Policía Ambiental, de Infancia y Adolescencia, Personería, Cardique, Gerencia de Espacio Público y Guardia Ambiental.
“Se supone que la zona del Viaducto iba en beneficio de la ciudad y para su modernidad, pero vemos es una contribución a la contaminación y una falta de control que se ha ido convirtiendo en otra cosa”, expuso Piña.