Jorge Robledo y Sergio Fajardo, excandidatos presidenciales y líderes políticos, fusionaron sus plataformas políticas y lanzaron Dignidad y Compromiso, como una apuesta para fomentar su pensamiento de centro y obtener victorias en las elecciones regionales del 29 de octubre.
El nuevo partido nace de la fusión del movimiento Compromiso Ciudadano, liderado desde hace más de 20 años por Sergio Fajardo, y el partido Dignidad, encabezado por el exsenador Jorge Enrique Robledo, como una nueva alternativa política en el país. Lea: “Nos están robando el Pacto Histórico”: Gustavo Bolívar sobre avales
La unión se dio tras llegar a acuerdos programáticos para ser una tercera fuerza política en Colombia y ser una alternativa ante la polarización, según expresaron.
¿Cuáles fueron los preceptos y motivos que justificaron la creación del nuevo partido junto a Sergio Fajardo?
Nuestra fusión tiene que ver con que tenemos el convencimiento de que el país que dejó Iván Duque es un país con problemas gravísimos de todo orden, de corrupción, de pobreza, de quiebra del aparato productivo, entre otras penurias.
Luego se está demostrando que el Gobierno de Gustavo Petro no es capaz de hacer los cambios que Colombia necesita, por eso vimos necesario presentar una alternativa digna, una tercera fuerza. Porque no estamos obligados a dividirnos entre uribistas y petristas.
¿De qué manera planean fortalecer sus bases para no cometer los errores de la Coalición de la Esperanza?
En la Coalición de la Esperanza sucedieron cosas que no debieron pasar y que se pueden considerar como errores; sin embargo, yo diría que la realidad principal que nos afectó tuvo que ver con que de un lado, pues estaba la fuerza del duquismo, la Casa de Nariño y la tradición uribista que ahí venía; y, por otro lado, estaba Petro en su tercera candidatura presidencial, quien tomó la decisión de fortalecerse con el respaldo de Juan Manuel Santos, de Ernestos Samper, de César Gaviria, de Alejandro Gaviria, de Dilian Francisca Toro y del Partido Conservador. Toda una asociación con las fuerzas retardatarias de Colombia.
¿Cuál es el decálogo que debe tener la persona que quiera tener el aval de su partido?
Lo primero es que hay que estar de acuerdo con los estatutos y con el programa del partido, donde impera como principio transversal el de tener cero tolerancia con la corrupción y la violencia. Por consiguiente, estamos invitando a personas que quieran los cambios que necesita Colombia para dejar de ser el Estado vasallo de Duque sino uno con soberanía nacional, y que bajo esa lógica se relacione con el resto del mundo.
¿Qué cambios especialmente?
Se necesita crear más riqueza, más empleo. Sin eso no es posible resolver los problemas nacionales. Planteamos también con claridad la necesidad de que la educación sea de alta calidad, pública y gratuita para que todo el mundo pueda educarse. Además, debe haber un rechazo rotundo y sistemático a cualquier forma de violencia contra cualquier sector: mujeres afros, indígenas, contra nadie.
¿Ya tienen precandidatos en Bolívar y Cartagena?
En este momento estamos en todo el país en medio de un proceso que va avanzado en la construcción de las directivas departamentales. Serán estas directivas quienes se encarguen de estos trámites regionales y yo soy optimista que se elijan candidaturas de excelencia.
Ahora que está en Cartagena, ¿cómo ve la ciudad?
En lo político me impresiona mucho el grado de corrupción política que sacude a esta ciudad y a Bolívar; cosa que yo lamento. Un fenómeno que viene de muy atrás, la politiquería más ramplona haciendo de las suyas sin preocupación por las necesidades de la gente.
Cada vez que vengo a Cartagena me impresiona más la inmensa segregación social de esta ciudad, pues uno ve la ciudad que se aposta sobre la costa, desde La Boquilla a Bocagrande y El Laguito, con privilegios y con gran parte de sus problemas resueltos; y por otro lado, cuando uno se desplaza por el resto de la ciudad es impresionante la pobreza y la miseria que hay. Cartagena refleja la desigualdad del país, en donde la minoría goza y la mayoría está en condiciones deplorables. Y es ahí donde se hace urgente un cambio.

¿A qué invita a la ciudadanía a tener en la mente en los meses venideros?
Que hay que construir una tercera opción. Las dos opciones que están gobernando y que nos han gobernado han demostrado su incapacidad para resolver los problemas nacionales. Necesitamos una opción capaz de unir, no solo a Cartagena y a Bolívar, sino al país entero. Unir a los sectores populares, a las clases medias, a los gremios empresariales. Llamamos a la gente a que se acerquen a nuestro proyecto y nos aliemos bajo la búsqueda de una transformación democrática que tanto necesita Colombia.