El Pacto Histórico desde su fundación siempre se ha mostrado como una colectividad robusta bajo un lote de principios progresistas. Recientemente, anunciaron que seguirán unidos para las elecciones regionales de 2023 y que analizan cómo convertirse en un partido político; sin embargo, hay un tema que tiene peleando a petristas entre sí: la posibilidad de que las iglesias paguen impuestos. (Lea: Congresistas le solicitan a Petro un Consejo de Ministros en Cartagena)
Desde la campaña presidencial, muchos seguidores pidieron a Gustavo Petro que impusiera un impuesto a las iglesias en el país, pues como indicó a este medio la representante a la Cámara de la Alianza Verde, Katherine Miranda, si una iglesia no cumple su función social y lo único que hace es amasar fortunas, pues deben pagar impuestos. “Hoy son empresas electorales que se lucran de incautos”, subrayó.
Sin embargo, durante la discusión de la Tributaria en la plenaria de Senado se eliminó el artículo que creaba el impuesto de renta a las iglesias. Algo altamente criticado por Miranda pues algunos miembros del Pacto Histórico respaldaron esa decisión.
La senadora del Partido Liberal, Karina Espinosa, abanderada de la negativa al tributo, expuso a El Universal que el Estado colombiano tiene una deuda histórica con las iglesias por su trabajo por la reconstrucción del tejido social y el fortalecimiento de la familia.
“Trabajan con jóvenes y adultos para que dejen el consumo de sustancias psicoactivas, apoyan en temas psicosociales con niños abusados sexualmente. La labor de la Iglesia en Colombia incluso es más grande que la que hacen los gobiernos y los mismos congresistas, entonces lo que hay es que apoyar a las iglesias. Ellas sí pagan impuestos como los prediales y el IVA. Es un artículo confuso el que proponen y por eso no estoy de acuerdo. La fe no merece una exhaustiva revisión”, aseguró Espinosa.
Por su parte, la senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, expuso que: “Las iglesias son organizaciones sin ánimo de lucro cuyas actividades están destinadas a conseguir recursos para difundir su credo y defender sus convicciones religiosas. Yo creo que no deben tener impuestos porque entre otras cosas ese tipo de impuestos terminan en persecuciones posteriormente. Hay que recordar el caso de cierto partido cristiano que fue perseguido por la Dian cuando criticó los acuerdos de La Habana. No se puede volver a lo mismo”.
Pese a los anteriores argumentos, en la Cámara de Representantes sí se aprobó el impuesto dentro de la Reforma Tributaria por lo que pasó a conciliación con el Senado; no obstante, la iniciativa está destinada al fracaso porque la mayoría de los partidos políticos advirtieron que si se mantiene ese tema, no apoyarán ni un solo artículo del proyecto de reforma.
¿Lo laico sobre todo?
Para el politólogo Luis Fernando Trejos, docente de la Universidad del Norte, en un país laico como Colombia, las iglesias tendrían que pagar impuestos en aquellas actividades que realizan diferentes a su culto particular. “Como por ejemplo: educación y venta de bienes y servicios”.
“Miranda critica a congresistas petristas o alternativos que votaron en contra del impuesto porque se supone que son progresistas y, como tal, deben anteponer el interés general por sobre sus creencias religiosas particulares”, indicó Trejos.
No obstante, para Paloma Valencia, el Estado puede ser laico, pero no es ni puede ser persecutor de la libertad. “El derecho a la libertad religiosa implica unas ciertas protecciones que tienen todas las religiones y, por supuesto, esto es a tener unos bienes y a poder usufructuarlos para que puedan seguir difundiendo su credo y practicar sus ritos y seguir cautivando fieles, pues de eso se tratan las religiones”, expuso.
Fuera de la discusión, incluso para analistas como Trejos, que están a favor del tributo, lo más probable es que ese impuesto no pase la conciliación entre la Cámara y el Senado, “pues hay muchos congresistas que están buscando el voto de las iglesias para las elecciones locales de 2023 y defender esos intereses puede ayudarlos a mantener apoyos electorales o ganar nuevos”.


