Cartagena, una ciudad de contrastes positivos y negativos en lo social, tiene un gran legado de tradiciones culturales y musicales. En ese mundo artístico una de los más icónicos elementos son los ‘pick ups o picós’. Estos son sistemas de sonido ambulantes o escaparates colosales que cuentan con consolas y grandes amplificadores que ponen a bailar a muchos al son de la champeta, la salsa, entre otros géneros afroantillanos. (Lea: Dau ya tiene el permiso del Concejo para viajar, ¿qué va a hacer en Países Bajos?)
Desde la década de 1940 existen estas máquinas, pero en 1960 fue que se consolidaron como elementos representativos de la cultura champetuda. Actualmente los picós son iconos de la ciudad por ser los principales promotores de la música champeta.
Con el fin de instaurar el Día de la Champeta con el Plan de Salvaguarda y Defensa del Patrimonio para reglamentar el festival de la Champeta como patrimonio inmaterial cultural de Cartagena, los concejales Sergio Mendoza, Luder Ariza y Javier Julio Bejarano presentaron una iniciativa que promete levantar algunos callos en la ciudad.
“Esta iniciativa fortalecerá el legado musical de La Heroica y le dará un reconocimiento a los gestores que tanto han luchado y trabajado por este género”, establecieron los cabildantes.
Del mismo modo, este proyecto busca cambiar el nombre de la Plaza de Toros por Champetodromo de Cartagena, y así, como comentaron los proponentes, “eliminar cualquier tipo de expresión que se relacione con el maltrato animal en la ciudad”.