El cartagenero, saliente comandante del Ejército Nacional, Eduardo Zapateiro Altamiranda, es una figura que desata diversas emociones, tras la presunta participación indebida en política al discutir con Gustavo Petro, en ese momento candidato presidencial.
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Luego de esa polémica, los detractores lo definen como un sinónimo de guerra y de ideología de derecha radical; sin embargo, en gran parte del ámbito político y social de Colombia admiran su trabajo en los dos años y medio que fue comandante del Ejército, convirtiéndose en un adalid del Estado de Derecho, según ha expresado.
Por consiguiente, según explica Zapateiro, era inconveniente seguir su trabajo siendo un opositor del estilo político e ideológico del próximo presidente del país. “Creo que mi papá se hubiera levantado de la tumba a darme dos cachetadas”, dijo cuando Semana le preguntó si estaría dispuesto al diálogo con el Pacto Histórico.
Luego del roce con Petro y su mundo cercano, el general recibió el apoyo de sectores y partidos políticos, y contó con el respaldo de figuras como las de Iván Duque, presidente saliente, y Enrique Gómez, excandidato presidencial y director del Movimiento de Salvación Nacional, entre otros.
¿Soldado muerto, otro en su puesto?
El pasado 22 de julio, se oficializó la salida de Eduardo Zapateiro del Ejército, y se posesionó el general Carlos Iván Moreno como nuevo comandante de esa fuerza, quien de inmediato indicó que las Fuerzas Militares acatarán y respetarán el mandato del gobierno de Gustavo Petro

Zapateiro pasando el mando al general Carlos Iván Moreno.
Sin embargo, Zapateiro en los últimos días ha dado pistas de que no piensa desaparecer de la esfera pública, pues como dice el refrán “en guerra avisada, no muere el soldado”. Y es que el general retirado constantemente ha expuesto su amor “inconmensurable por las Fuerzas Armadas y por la patria”, lo que para muchos es un guiño a proseguir su vida en la política.
El “soldado tropero”, como se autodefine, contaría con el apoyo de varias comunidades del centro y sur de Bolívar, además del eventual apoyo del Centro Democrático, tramitado vía Iván Duque o María Fernanda Cabal. “Creo que las alianzas se darán para el próximo enero o febrero. Un hito en la política, un general que la comunidad lo quiere mucho se va a lanzar como gobernador. De esta manera cumpliría su sueño, su proyecto político de fomentar una alternativa que va más allá de lo electoral o de un gobierno de cuatro años. Su sueño es conformar una fuerza de principios y valores contra la izquierda, la corrupción y la politiquería”, precisó David Torres Ruiz, editor de El Original, un medio del Magdalena Medio.
Sin embargo, el general Zapateiro le explicó a El Universal que la Gobernación de Bolívar y la política electoral son temas complejos. “Yo soy es un soldado que le tocó duro llegar a general, y claro que me preocupa la situación de mi departamento, especialmente los flagelos de las bandas criminales y la guerrilla. Sin embargo, uno le puede servir a Colombia desde otras aristas. No quiero que mi apellido, lo más sagrado que nos dejan nuestros padres, vaya a maltratarse metiéndome donde no debo”.
Y añadió: “Soy muy amigo y cercano a Vicentico Blel y él lo ha hecho súper bien. Es un gran gobernador que saldrá con el mismo honor como el que yo salí como general. Yo quiero primero vivir con mi familia, lo que hace mucho tiempo no hago, sin olvidarme jamás de mi ciudad natal, mi departamento y mi país. Familia ante todo”.
El general Zapateiro sí aseguró que luego de un viaje al exterior para descansar por unos meses, buscará aportar desde la academia y en la asesoría a aquellos que deben conducir el país. “Quiero lo mejor para Colombia, porque si al país le va bien a todos nos va bien, independientemente que sea Petro el que conduzca la nación. Lo que sí me preocupa es la escasez de líderes inspiradores que hay hoy en día, y por eso están sucediendo estas cosas en la política actual”.
