El suspenso está más cerca de lo que se cree. Si una familia cartagenera quiere conocer sobre una historia que combine juegos de poder, tramas políticos y presuntas conspiraciones criminales, esas que enganchan tanto al espectador, no necesita pagar los casi 40 mil pesos que cuesta el plan premium de Netflix, pues las tensiones en el caso de Gloria Estrada no merman y siguen apareciendo elementos.
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La última estrategia de la defensa jurídica de la exconcejala del Partido Liberal y de su pareja, Martín Barreto, hoy en la Cárcel de Ternera, es conectar los rostros de sorpresa con los que fueron capturados, el pasado 14 de enero por tráfico y porte de estupefacientes, con las pruebas que darían sustento a una supuesta conspiración en contra de la carrera política de Estrada. ¿Quiénes estarían detrás?
Antes que mencionar a los presuntos autores intelectuales de supuestamente poner el kilo de cocaína que, minutos más tarde motivó la captura, la detención domiciliaria y la pérdida de la curul de Gloria Estrada, es conveniente describir lo qué sucede en la prueba máxima de su defensa: un vídeo de una cámara de seguridad en la fachada del Concejo, grabado el día de los hechos.
El vídeo
Casi 40 días después de la captura de la concejala Gloria Estrada en un retén de la Policía Nacional en el barrio Manga de Cartagena, mientras se movilizaba en una camioneta, propiedad de su novio, en la que encontraron un kilo de cocaína y otros elementos sospechosos, sale a la luz el mencionado vídeo que sería la prueba reina de su equipo legal para fortalecer la tesis de que se trató de una conspiración y no que la edila y sus allegados son el brazo de un grupo criminal.
Faltando un cuarto para las doce del mediodía del 14 de enero de 2022, entre la sede del Concejo y la bahía de Cartagena, en la calle del Arsenal transitaban taxis, un bus de Transcaribe y un carro ambulancia. Escapando de todo ese movimiento, se encontraba en quietud la camioneta blanca con publicidad política del senador Lidio García, propiedad de Martín Barreto, parqueada al frente del edificio gubernamental.
De un momento a otro aparece un hombre de camisa azul y bluyín caminando por el andén, quien para la defensa de Estrada es el sospechoso de colocar la droga, que ingresa a la camioneta al espacio del pasajero detrás de la silla del conductor. Se trata de Mauro Martínez de la Puente, quien en 2018 fue alcalde encargado del municipio bolivarense de Barranco de Loba, cargo al que renunció por las protestas de los habitantes en contra de su gestión. Actualmente tiene un proceso en su contra de responsabilidad fiscal en la Contraloría Departamental de Bolívar.
El grupo de confianza que acompañaba a Barreto ha indicado que Martínez de la Puente era el único tripulante de la camioneta que no hacía parte de su comitiva y que no tenía cita con Barreto ni con Estrada. Medios periodísticos de la ciudad lo relacionan con el edil Pedro Aponte, presunto enemigo político de la concejala y su pareja, y quien denunció a la pareja de la concejala por orquestar un supuesto plan para asesinarlo, fraguado desde la Cárcel de Ternera.
Este medio contactó al exalcalde (e) de Barranco de Loba, Mauro Martínez, para saber su versión de los hechos, pero este indicó que primero interpondrá las denuncias respectivas por injuria y calumnia ante la Fiscalía, por consejo de sus abogados, antes de dar sus precisiones al respecto.
El presunto perpetrador de colocar la droga en la camioneta, estando detrás de la silla del piloto, se baja del vehículo apenas entra en la escena el vestido rojo que vestía Gloria Estrada ese día. Al subirse ella junto a Avelino Villamizar y Braulio Vanegas, cuarto ocupante que provoca cierta controversia al no haber sido capturado, todos los que estaban dentro o alrededor se distancian y el grupo arranca en dirección al Puente Román, frontera entre la libertad y el escándalo judicial.
Una fuente cercana a la exconcejala manifestó que Martínez de la Puente estuvo el tiempo preciso dentro de la camioneta y con la soledad suficiente para colocar la droga. “Siempre incómodo. Cuando se bajó tenía un descosido en el pantalón a la altura de la entrepierna”. Este sería un argumento probatorio del presunto complot.
Uno de los abogados defensores de Estrada y Barreto reafirmó esta tesis en una entrevista radial: “Le hicieron una maldad. Ni la concejala ni su pareja son narcotraficantes. No llevaban esa droga ni les pertenecía. Sería una estupidez hacer eso. No necesitan de eso y son personas honorables, lo que si tenemos claro es que una persona incorporó esa droga en el carro. Una situación perversa.”
Los implicados en la supuesta guerra
No se pudo constatar qué tiene por decir Mauro Martínez al respecto de esta vuelta de tuerca en el escándalo político con el que comenzó el año en Cartagena. La premisa es que fue el brazo ejecutor de una conspiración orquestada por el edil de la Localidad 2, Pedro Aponte, quien muchos definen como enemigo político de la Casa Estrada con relación a la contratación de la localidad de la que es edil y que supuestamente controlaba con el beneplácito del alcalde menor, Andy Reales, hoy suspendido por la Contraloría Distrital.
Suspensión que habría sido la cereza del pastel para denotar la intención de Estrada y Barreto de conquistar el poder político y contractual en esa localidad, y que sería el florero de Llorente del que se han desencadenado tensiones, rivalidades y supuestas amenazas de muerte.
Tres días después de la captura de la concejala, el contralor distrital encargado, Rafael Castillo Fortich, denunció: “El precio por mi cabeza ya fue pagado” por unos políticos locales. Por lo que muchos apuntaron a Pedro Aponte y su círculo.
En respuesta, el pasado 14 de febrero, el edil Aponte denunció un plan de asesinato en su contra, planificado por Martín Barreto, pareja de Estrada, desde el sitio de su reclusión. Ese señalamiento fue objetado por la exconcejala y su pareja, y acusaron que había sido el edil quien se acercó a la cárcel para fraguar un plan de atentar contra Barreto de la Hoz. Algo que el edil negó: “Absolutamente falso. Reitero. Si yo hubiese ido al Inpec el 4 de febrero según a matar a Barreto, el mismo 4 o 5 él hubiese denunciado si está tan temeroso como dice, y no después de mi denuncia en su contra. Antes sigue en una actitud desafiante desde la cárcel, de la cual tengo muchos audios que lo demuestran.
(Lea la denuncia del edil: “Gloria Estrada y su pareja me quieren asesinar”: edil Pedro Aponte)
El Universal se comunicó con Reales y Hernández, pero nos dejaron en visto. “Yo solo fui a la cárcel, porque lo consideré estrictamente necesario, el día 14 porque ese mismo día en horas de la mañana me enteré del plan macabro en mi contra”, reafirmó Aponte.
Y agregó: Yo considero la verdad no entrar en ese juego, para eso están las autoridades, que esas personas se defiendan en su estrado judicial y dejen de buscar culpables y de generar cortinas de humo. Ese cuento la verdad no tiene ni pies ni cabeza, pero bueno que investiguen las autoridades y que ellos como autores de sus delitos puedan desvirtuarlos”.
A la pregunta de si conocía a Mauro Martínez de la Puente, el edil respondió: “Lo conozco del ámbito político y hasta ahí, tengo entendido que milita en el grupo de Estrada, así que es aún más descabellado ese señalamiento. Yo creo que es hora de asumir su responsabilidad y dejar ese sainete que quieren montarle a la ciudad y sobretodo a mí o a ese muchacho, la verdad es algo inaceptable y abominable”.
El Universal se comunicó con Gloria Estrada y el equipo legal que la defiende junto a Martín Barreto, pero prefirieron la discreción para no afectar o entorpecer el ejercicio de la justicia. “Por estrategia defensiva no nos vemos a referir al tema en estos momentos. Apenas tengamos más novedades que se puedan expresar públicamente, se informará de inmediato”, señaló su abogado, Enrique del Río.
Rafael Castillo Fortich, contralor distrital, quien sigue siendo relacionado como ficha política de Gloria Estrada e involucrado en esta historia de tramas y de la que solo la justicia podrá esclarecer, prefirió no intervenir y mantener la discreción de la entidad que preside.
El rol de la Policía, bajo sospecha
La exconcejala Gloria Estrada señaló: “Sería bueno entrevistar a los agentes de Policía, Alexander Salas y Luis Barbosa, asignados al CAI de Manga, quienes nos capturaron”. Una de las preguntas que muchos se siguen haciendo en Cartagena es: ¿Por qué la Policía no revisó la cabina trasera de la camioneta, tapada con una carpa protectora? Entendiendo que de haber un kilo de cocaína en la parte delantera, era conveniente revisar si en el platón había más droga.

Camioneta de Martín Barreto.
La versión de los hechos que presentará la defensa de Estrada se relaciona con presuntas irregularidades del puesto de control, del que según dicen era inédito en ese sector. “Sin conos, un agente de apoyo se volvió agente de tránsito, no pidieron identificaciones y fueron directo al paquete. La llevaban clara de dónde estaba la droga”, indicó un allegado de la exconcejala.
Todo el escándalo político y judicial que prosiguió, bien lo conocen quienes han seguido lo que muchos tildan como una historia digna de una serie. “Cómo se le ocurre que yo voy a tener un kilo de cocaína”, interpeló una Gloria Estrada con cara de asombro a los policías intervinientes en la captura.
Lo que sigue es que la justicia escuche a las partes, esclarezca los hechos, sobretodo el papel de la Policía, y defina quién es culpable y quién tiene la razón. Si se trata de una conspiración política en contra de Gloria Estrada y su grupo, quienes se fortalecían en la región a pasos de gigante, o si en verdad están relacionados con el narcotráfico, como indica la Fiscalía.
El edil de la Localidad 2, Pedro Aponte, denunció al periodista de investigación, Lucio Torres, pues considera que es quien ha orquestado la supuesta enemistad entre él y Gloria Estrada y su pareja. “Yo no tengo guerra con el señor Barreto ni con nadie, yo no tengo enemigos, yo soy un servidor público y no un caza pelea ni un delincuente, la Contraloría Distrital no es de nuestro resorte, sí ese contralor obedece o no a intereses políticos de algún grupo, que es algo comentado más no probado, sería irresponsable señalarlo”.
Y añadió: En esa guerra me quiso montar el señor Lucio Torres con sus comentarios malintencionados y en el pasado lo ha hecho con decenas de actores políticos para extorsionarlos después y pedirles dinero. Por mi parte se cansará, ya que no cedo ni un milímetro a las extorsiones”.
El edil denunció por injuria y calumnia al periodista ante la Fiscalía General de la Nación.




