El término ‘mermelada’ empezó a acuñarse desde cuando el exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry lo utilizó para explicar un proyecto de redistribución de las regalías.
El exfuncionario lo usó entonces para explicar cómo debían distribuirse mejor estos recursos en el país y las regiones. Dijo que el país era como una tostada a la cual se le aplicaba mermelada en la mitad, pero que si se quería disfrutar del sabor de la mermelada combinado con la tostada había que esparcirla mejor.
Pero en el argot político el término empezó a usarse para representar la corrupción a través de dádivas en los contratos, en la repartición de la torta clientelista y puestos públicos.
Un proyecto contra la mermelada
Para acabar con esa práctica corrupta y preservar los recursos del Estado en la Secretaría de la Cámara de Representantes fue radicado el proyecto de ley que propone acabar con esa denominada redistribución de recursos públicos con incentivos para terceros, o mermelada.
La solución que plantea el proyecto es darle toda la potestad a las comunidades a que redistribuyan los recursos.
El proyecto propone que el debate de la priorización de la inversión del Gobierno en las regiones se haga a través de audiencias públicas en cada departamento, en el que cualquier ciudadano podrá proponer sus proyectos de inversión.
La representante a la Cámara, Olga Lucía Velásquez, quien abandera este proyecto, dijo que es muy importante porque se tiene en cuenta a todas las bancadas como la del Centro Democrático, Partido Conservador, Liberal, Partido de la U, Alianza Verde y difiere de proyectos anteriores, porque “da a conocer las realidades territoriales, es decir que las comunidades de cada región priorizan los proyectos y el gobierno tendrá que apoyar los estudios de factibilidad y el seguimiento a la inversión con la comunidad y autoridades locales, para que este trámite sea transparente en la ejecución de los recursos”.
La iniciativa es considerada de gran importancia porque permitiría “reequilibrar el poder y volver a darle una posibilidad de hacer un debate digno en el Congreso, ya que plantea tumbar los negociados por debajo de la mesa”.
“Cualquier solicitud legítima se debe hacer públicamente, y antes debe haber existido un debate ciudadano, de alguna manera se abre el presupuesto a los ciudadanos”, afirmó el senador Luis Fernando Velasco, coautor de este proyecto.
La iniciativa es para que la plata del presupuesto vuelva a quien les corresponde, que son sus dueños, los ciudadanos y que sean éstos los que prioricen, de manera pública y transparente, a través de audiencias en sus departamentos, cómo quieren invertir esos recursos del Gobierno Nacional.Finalmente los ponentes de esta iniciativa legislativa enviaron un mensaje a los medios. “Si nos unió la paz, que nos una la lucha contra la corrupción”, dijeron.
