Con desaveniencias por resolver, los presidentes de los países miembros de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) tienen previsto reunirse este martes en Bogotá en la casa de gobierno.
De acuerdo con la cancillería colombiana está confirmada la asistencia de de los mandatarios de Ecuador, Rafael Correa; de Perú, Ollanta Humala y de Bolivia, Evo Morales.
Los tres mandatarios, cuyo arribo al aeropuerto militar de la capital colombiana se espera a partir de las 11:00am (1600GMT), se reunirán con su anfitrión el jefe de Estado Juan Manuel Santos en el palacio de Nariño, sede de gobierno, para un almuerzo oficial, posteriormente un encuentro a puerta cerrada y al final de la jornada se espera un pronunciamiento conjunto a la prensa.
La cita se produce en medio de quejas de Ecuador.
El gobierno en Quito ha dicho de que los camioneros colombianos no dejan ingresar a sus pares ecuatorianos, en cumplimiento de acuerdo de la CAN, a territorio de ese país.
También señala que a través de normas sanitarias y fitosanitarias impiden en normal comercio fronterizo.
En caso de que estos problemas no sean solventados Ecuador está dispuesto a dejar la CAN, según ha dicho el presidente Correa y su canciller Ricado Patiño.
Tras dos años seguidos sin reunirse, del 2008 al 2010, la cita presidencial de la jornada es la segunda de la CAN desde que los mandatarios se encontraron el 28 de julio en Lima y donde sugirieron hacer “una reingeniería del Sistema Andino de Integración”, según ha dicho el secretario general de la CAN, el boliviano Adalid Contreras.
Los países miembros de la CAN, surgida en 1969 y que actualmente integran Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú que reunen 96,9 millones de habitantes, tuvieron un comercio intraregional de 7.800 millones de dólares en el 2010, según datos de la Comunidad en su página de internet.
Se espera que al cierre del 2011, el comercio entre los cuatro países alcance los 9.000 millones de dólares, de acuerdo con los datos de la CAN.
A pesar de ese creciente volumen comercial, persisten tensiones como las advertencias de Quito de abandonar el bloque, como lo hizo en el 2006 Venezuela.