La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) inauguró en su sede central en Ginebra una conmovedora exposición que pone de relieve el drama de cientos de migrantes que, a diario, se enfrentan a la peligrosa travesía del Tapón del Darién. Esta selva, que separa a Panamá de Colombia, es considerada una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo.
Bajo el nombre “Voces de la Selva”, la exposición presenta 25 impactantes fotografías capturadas por fotoperiodistas como el galardonado Federico Ríos, de The New York Times.
Junto a estas imágenes, se exhiben objetos abandonados por los migrantes durante su paso por la selva, entre ellos, mochilas, peluches y zapatos cubiertos de barro, que narran las difíciles experiencias vividas en esta travesía.
El presidente de la Cruz Roja Panameña, Elías Solís, presente en la inauguración, señaló que muchos migrantes relatan a la Cruz Roja que, de haber conocido el sufrimiento que implica atravesar el Darién, no habrían tomado esa decisión. También te podría interesar: Colombia, Panamá y EE.UU. acuerdan ‘responsabilidad compartida’ en migración tras reunión en Cartagena.
Es un viaje por la selva en el que no hay ninguna instalación sanitaria, agravado por las inclemencias del tiempo, como lluvias y tormentas, y el riesgo de ataques de animales salvajes”
Elías Solís, presidente de la Cruz Roja Panameña.
La peligrosa travesía por la selva del Darién
Los migrantes deben atravesar el Parque Nacional de Darién, el único paso terrestre entre América Central y del Sur, donde la Carretera Panamericana se interrumpe abruptamente. La ruta abarca 97 kilómetros de densos pantanos, bosques tropicales, ríos caudalosos y montañas. El cruce puede durar desde días hasta semanas, dependiendo de las condiciones meteorológicas, y los viajeros no tienen acceso a alimentos o agua potable en el camino.
Las imágenes exhibidas muestran a migrantes cubiertos de lodo, agotados, sedientos y heridos, pero también a aquellos que, a pesar de todo, sonríen tras superar la peligrosa selva.
La FICR no dispone de cifras exactas de muertos y desaparecidos en esta inhóspita región, donde la recuperación de cuerpos es extremadamente difícil. No obstante, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) confirmó al menos 48 víctimas en 2023, posicionando esta ruta como la tercera más letal en América, superada solo por la frontera entre México y Estados Unidos y la travesía marítima a través del Caribe.
En Real de Santa María, en el extremo norte del Darién, la Cruz Roja ha construido nichos para albergar los restos de aquellos migrantes que han sido recuperados pero no identificados.
Aunque la mayoría de los migrantes que cruzan el Darién provienen de países latinoamericanos como Venezuela, Brasil y Ecuador, también hay personas de regiones más lejanas, como Asia y África. Una de las fotografías exhibidas muestra el pasaporte de un migrante indio.
En 2023, alrededor de 500,000 migrantes cruzaron el Darién, cinco veces más que la cifra total de la década anterior. La Cruz Roja asistió a más de 20,000 de ellos, atendiendo principalmente problemas estomacales, laceraciones, heridas en las extremidades y traumas psicológicos, además de casos de violencia sexual. Lee también: Lanzan nueva herramienta con cifras de la población venezolana en Colombia