El Concejo de Cartagena aprobó el presupuesto del Distrito para 2026 por un monto de $4.554.387.903.557, lo que representa un incremento del 14,21% respecto de 2025, siendo los mayores rubros Educación y Salud, de entre los cuales el 70% se destina para la recuperación de colegios públicos, el PAE y la construcción de hospitales y centros de salud.
Los $4,55 billones se distribuirán a razón del 78% para inversión pública, 18% para gastos de funcionamiento y 4% para el servicio de la deuda. Y de la inversión pública, la mayor parte se concentra en rubros sociales con asignaturas pendientes o carencias de desarrollo o atención integral, según informe de la Alcaldía.
Es gratificante el mayor incremento en inversión para la atención de grupos vulnerables, adultos mayores y comunidades étnicas, correspondiente a $48.055 millones, a cargo de la Secretaría de Participación. Sin embargo, frente a la realidad del hambre en los barrios vulnerables merecería un monto superior, puesto que es el más doloroso de todos los problemas de la ciudad.
La pobreza se supera con inversión en obras en los barrios populares pues se mueve la economía con mayor empleo, y en el presupuesto buena parte de esas inversiones se harán en esas zonas de la ciudad; pero el hambre requiere de estrategias que van más allá, lo que amerita una revisión o complementación con otros programas.
Sorprende, por ello, que a pesar de la oferta de las grandes y medinas empresas para aportar en algunos proyectos sociales priorizados por la Alcaldía mediante el programa “Obras por impuestos”, no haya recibido la apertura de la partida presupuestal que lo propiciaría, lo que podría solucionarse en 2026 si existe un real compromiso del alcalde y los concejales en su desarrollo.
En todo caso, las promesas de las grandes, medianas y pequeñas obras comienzan a realizarse en la ciudad, expectativas que habían desaparecido de la mente de los cartageneros y que la actual administración está demostrando que sí son posibles.
De otra parte, frente a la duda que algunos opinadores han expresado en cuando a si la realidad fiscal del Distrito permitirá o no todas las obras que la administración ha prometido o en las que está comprometido el alcalde, debido a una menor disposición de rubros de libre inversión distintos a Educación y Salud, y a que el servicio de la deuda demandará muchos recursos considerando el crédito de $1.5 billones y las contingencias judiciales, procede una información más detallada sobre cuáles serán las fuentes de los recursos para financiar todos los proyectos anunciados.
En todo caso, para acabar con la inercia con la que veníamos, Cartagena necesita que se realicen los macroproyectos prometidos por la administración, y estando en un momento propicio para que las cosas sucedan, la ciudad podría poner su mejor disposición en sacarlos adelante.