Grata noticia la del resultado de las más recientes Pruebas Saber 11 en Cartagena de Indias, en las que una institución educativa pública alcanzó por primera vez la máxima categoría A+, mientras que nueve llegaron a la categoría A y catorce se ubicaron en B.
En total, la ciudad mejoró cinco puntos en el puntaje global desde 2023, superando incluso la media nacional. Los mayores incrementos se dieron en Inglés (+3 puntos), Matemáticas y Lectura Crítica (+2 puntos), y Ciencias Naturales y Sociales (+1 punto).
Tal como lo señaló el alcalde Turbay, estamos en un proceso de transformación del sistema educativo público de la ciudad, de la mano de la Secretaría de Educación, de nuestros profesores y directivas docentes, los estudiantes y los padres de familia.
A estas alturas, todos tenemos claro que sólo lograremos la mejora continua como sociedad si mejoramos constantemente en educación, sobre todo en educación escolar. Sin este factor es imposible cultivar un mejor futuro, pues el progreso y la competitividad comienzan en hogares fuertes y se completa en las aulas escolares.
Hay que felicitar a las instituciones educativas Soledad Acosta de Samper, la primera en obtener la categoría A+, y a las nueve que quedaron en categoría A.
El secretario de Educación Distrital explicó que el reto ahora es fortalecer los aprendizajes fundamentales desde los primeros años, para consolidar una mejora estructural en el sistema, consciente de que la Prueba Saber 11 es apenas un referente de calidad, pero que el grueso de todo lo que se puede lograr pasa por la intervención sistemática de los aprendizajes fundamentales desde los primeros años de formación.
Después de conocer tales avances, a todos los cartageneros nos toca sumarnos al proyecto de continuar llevando nuestros colegios a otro nivel. Para esto es indispensable incluso orientar a los padres en la construcción y vivencia de su proyecto de vida familiar, lo cual puede, de paso, propiciar el proceso particular de descubrimiento del talento y de discernimiento de la vocación de cada estudiante, sin que se desconecten de la discusión de los temas nacionales e internacionales que comprometan la educación y la realidad económica, social y política que les circunda.
Nuestros colegios tendrían que profundizar una educación centrada en la persona y en la libertad, reconociendo y acompañando a los padres como primeros educadores, y unos docentes que vivan la identidad institucional a través del trabajo bien hecho.
La lucha de cada institución, en el día a día, es contra la mediocridad educativa, lo que pasa por contar con docentes que privilegien sus deberes como educadores de seres humanos, por encima de los intereses gremiales.
