Preocupante la caída en ingresos reales derivados de la ocupación hotelera a nivel nacional según los resultados de la Encuesta Mensual de Alojamiento (EMA) correspondientes al mes de agosto de 2025, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Esa encuesta revela que, a nivel nacional, la variación fue de -4,5% en comparación con agosto de 2024, indicador explicado principalmente por las disminuciones que se presentaron en Cartagena (-9,4%), Bogotá (-7,3%) y Antioquia (-4,6%); y al analizar el año corrido, entre enero y agosto de 2025, comparado con el mismo período de 2024, a nivel nacional la reducción fue de -2,1% y en Cartagena, de -3,8%. Y si la variación se analiza a 12 meses (entre septiembre de 2024 y agosto de 2025 comparado con septiembre de 2023 y agosto de 2024), la disminución nacional fue de -1,3% y en Cartagena, de -2,3%.
Hemos estado convencidos de que estamos volando en ocupación hotelera; pero si revisamos las cifras a nivel nacional el porcentaje en agosto de 2025 se situó en 52,1%, lo que también implica una reducción en comparación con el mismo mes del año anterior, cuando el indicador fue de 53,1%. Y en Cartagena dicho porcentaje para agosto de este año fue de 68,6%, cifra también inferior a la de agosto de 2024, que fue de 70,1%.
A partir de los datos del DANE, y por las explicaciones de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), la ocupación hotelera en el país ha venido cayendo por el aumento de la informalidad en el alojamiento, debido a la proliferación del alquileres de vivienda turística, aupados en plataformas como Airbnb, al punto que han crecido un 80% en los últimos dos años, siendo hoy la más fuerte competencia para los hoteles formales, castigando con mayor fuerza a los hoteles pequeños y medianos, singularmente en las regiones menos turísticas.
A ciudades como Cartagena y Medellín las ha salvado el arribo de turistas internacionales, pues el turismo doméstico sigue en descenso. Frente a esto, los indicadores gremiales muestran una desaceleración en la economía, lo que desemboca en restricciones de los hogares en rubros onerosos como el de las vacaciones. A esto hay que sumarle la falta de inversión en la construcción de nuevas habitaciones hoteleras, por la desaceleración en la construcción de hoteles debido a la poca confianza en el futuro del sector.
Cotelco viene refiriéndose a la necesidad de medidas estructurales para fomentar el turismo y controlar la informalidad, pues la ausencia de control o la de regulación adecuados favorece la evidente competencia desleal.
Tal como lo ha afirmado José Andrés Duarte, presidente ejecutivo de Cotelco, es necesario activar estrategias contundentes para que los colombianos vuelvan a viajar por su propio país, lo que incluye una mirada amigable hacia el sector formal del turismo, inversiones en vías y en seguridad.
