comscore
Editorial

La nueva crisis

“Lograda la firma de los acuerdos sobre Gaza, ese expediente perdió fuerza para Petro, lo que llevó a buscar nuevas confrontaciones que apelen a la dignidad de la Nación...”.

Compartir

El presidente Gustavo Petro logró su cometido de exasperar al presidente Donald Trump, con lo cual lo está llevando a que se difumine la línea que Trump había trazado cuando descertificó a Colombia, señalando tácitamente que no era contra el país, sino contra el presidente de los colombianos.

Las diatribas entre los dos mandatarios, perseguida con pasión por el presidente Petro, ha tenido por objeto avivar el ánimo del 30% que mantiene su apoyo al Gobierno, a fin de mantenerlo cautivo ante el debate electoral de 2026, lo que bien tienen claro políticos y burócratas en Washington, convencidos de que si las reacciones de su país solo van dirigidas contra Gustavo Petro, el pueblo y las FF.MM. y de Policía, colombianos se sostendrán en el cuidado de las relaciones con EE.UU. en espera de que concluya el actual cuatrienio.

El presidente Petro había encontrado en la confrontación de Israel contra Hamás, como ha ocurrido en otras naciones occidentales, una justificación para sostener la actividad derivada del discurso que moviliza a sus seguidores y para posicionarse sobre un liderazgo válido en el escenario internacional. Lograda la firma de los acuerdos del pasado 7 de octubre sobre la franja de Gaza, liderados por Donald Trump, ese expediente ha perdido fuerza, lo que llevó a Palacio a buscar nuevas confrontaciones que apelen a la dignidad del presidente y de la Nación, para sustituir la pérdida de fuerza del conflicto árabe - israelí.

Lo que sorprende es que finalmente el presidente Trump haya caído en el anzuelo que nuevamente le lanzó su homólogo colombiano con las reiteradas diatribas, al punto de llegar a afirmar que se trata de “un líder del narcotráfico”, pues no ha exhibido alguna prueba para espetar semejante aserto, lo que le resta fuerza a su posición contra Petro, a la vez que le da argumentos para afirmar que su posición frente a Trump se trata de la defensa de la dignidad de la Nación y no una estrategia de cara al próximo debate electoral, y para distraer a la opinión pública de problemas más reales, internos, que las discusiones que mantiene con el mandatario del país que es nuestro principal socio comercial y de seguridad.

Estamos en manos el presidente Petro, pues puede decidir si mantiene esa tirantez, por razones de conveniencia electoral, sin importarle el costo de continuar provocando innecesariamente al líder institucional del coloso del norte, o si hace primar los altos intereses nacionales, que claramente señalan la pertinencia de manejar las relaciones con EE.UU. y, singularmente, considerando el temperamento del líder de su poder Ejecutivo, siguiendo los cánones de la diplomacia, lo que implicaría suspender el uso de X para entenderse con Trump, y dejar en manos de los canales tradicionales la continuidad del tratamiento de esas relaciones.

Los próximos días sabremos qué es más importante para Gustavo Petro.

Únete a nuestro canal de WhatsApp
Reciba noticias de EU en Google News