La actualización del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de la ciudad, expedido en 2001, ha sido fuente de frustración desde que, cumplidos los primeros 10 años, fue pertinente acompasarlo a las dinámicas del desarrollo urbnístico de esta urbe.
Prácticamente cada administración ha intentado, en medio de la desinstitucionalización que padeció la ciudad por la interinidad que vivimos hasta el arribo del periodo de William Dau, renovar el POT tal como lo ordenan las normas nacionales; pero todos esos intentos, incluidos los desplegados en el pasado cuatrienio, resultaron frustrados.
Incluso, durante el arranque de la actual administración tampoco parecía que sería posible contar con ese instrumento, pero el giro que desde la Secretaría de Planeación le han impreso a este complejo proceso indica que sí sería posible que el documento se expida antes de que finalice el presente periodo constitucional.
Así parece indicarlo el Informe de Seguimiento y Evaluación del POT de 2001, presentado por la Secretaría de Planeación ante el Concejo Distrital, contentivo de un análisis integral desde su expedición hasta el cierre de 2024, el cual incluye la evaluación de suficiencia legal de los componentes general, urbano y rural, el seguimiento a la ejecución de los programas y proyectos, conclusiones claves y recomendaciones para su revisión o modificación.
Para su elaboración, se actualizó y fortaleció el expediente distrital, base técnica del seguimiento, más el análisis del avance de 191 programas y proyectos, tal como lo explicó Camilo Rey, secretario de Planeación, quien partió, con un destacado equipo, de informes previos, planes de desarrollo y operativos de inversión, nutrido en mesas técnicas con el Consejo Consultivo de Ordenamiento, conformado por entidades como el DATT, la Secretaría de Infraestructura, el IPCC, el Departamento de Valorización, las curadurías urbanas y organizaciones cívicas, comunitarias, gremiales y profesionales, posteriormente socializado con el Consejo Territorial de Planeación (CTP), Asojac, JAL, el Consejo Consultivo de Mujeres, el Consejo de Participación y el Consejo de Juventudes, desde donde se hicieron nuevos aportes a su contenido.
Se espera ahora que todos los componentes del POT se actualicen considerando los nuevos retos y necesidades del territorio, pero desde una perspectiva realista, que provea soluciones espaciales al progreso incluyente y sostenible de la ciudad, aprobando zonas para la expansión de barrios de vivienda de interés social, y de la industria y los puertos, de tal manera que la ciudad mejore su competitividad frente a otras urbes del Caribe, lo que no será posible si las normas del POT no contribuyen a contar con más inmuebles aptos para esos desarrollos, a precios razonables y con disponbilidad de adecuados servicios.