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Editorial

La prensa y la transparencia electoral

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El pasado 19 de junio, “fuerzas oscuras” compraron totalmente la edición de Santa Marta del periódico barranquillero El Heraldo, donde se denunciaban algunas prácticas políticas corruptas en el desarrollo del proceso electoral, mientras que los líderes de movimientos políticos de quienes se mencionaban actuaciones poco claras lanzaron agravios e insultos contra el autor de las denuncias, el columnista Óscar Montes, reconocido asesor de investigaciones periodísticas como la de la revista Cambio sobre Agro Ingreso Seguro.
El propósito de la compra masiva de los ejemplares de El Heraldo era impedir que la comunidad leyera las graves denuncias de Montes, y constituye un grave acto de censura contra el periódico y contra el derecho de los ciudadanos a recibir información.
Otros periódicos han sufrido antes esta forma de censura, incluyendo a El Universal, cuyos ejemplares de Sincelejo, en una ocasión, fueron comprados de puesto en puesto por el mismo grupo de personas, para que la gente no leyera una noticia relacionada con las investigaciones de la Fiscalía contra cierto connotado personaje local.
Como en esa ocasión, condenamos enérgicamente esta acción contra nuestro periódico colega El Heraldo, que no sólo atenta contra la libertad de expresión, uno de los más importantes derechos humanos, sino que muestra que la penetración de grupos ilegales y criminales, en la política de ciertas zonas de la Costa Caribe, se mantiene.
Una investigación de la Corporación Nuevo Arco Iris para el Ministerio del Interior, sobre la influencia de los actores ilegales en la próxima contienda, advierte sobre el peligro de una masiva acción coercitiva de antiguos sectores paramilitares que mantienen poder e influencia, derivada en gran parte a crear y mantener bandas criminales urbanas.
La Corporación Nuevo Arco Iris documentó que los partidos ligados con parapolíticos tuvieron 29.545 candidatos representados en más de 5 mil listas para gobernaciones, alcaldías y corporaciones públicas en 2007, y aunque no se han encontrado evidencias de candidatos actuales con reconocido apoyo ilegal, si hay sospechas de cierta gente alrededor de algunos de ellos.
Lo más importante de la investigación de Nuevo Arco Iris es la evidencia de que, en la Costa Caribe, muchas estructuras regionales de la parapolítica siguen intactas, y al parecer, la censura contra El Heraldo es una clara demostración de ello.
Los candidatos a la Gobernación de Bolívar y a la Alcaldía de Cartagena deben dar muestras claras que no sólo están muy lejos de cualquier apoyo o financiamiento ilegal, sino que condenan enérgicamente está práctica y están tomando precauciones para que no se les “cuelen” a sus campañas.
Ahora, más que nunca, los periódicos y demás medios de comunicación tenemos el deber de informar a los ciudadanos, y así lo haremos sin descanso, sobre los candidatos, sus apoyos y su financiación, además de su trayectoria y sus propuestas.
Pero sobre todo, como lo expresó ANDIARIOS en un comunicado que condena el acto de censura contra El Heraldo, revelaremos –cuando tengamos conocimiento y evidencias– los actos de corrupción y las prácticas contrarias a la transparencia y legitimidad que deben caracterizar las elecciones.

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