Las restricciones que se imponen a la población jamás deben ser desmesuradas, más allá de lo estrictamente necesario para resolver la situación que originó la limitación. El nuevo pico y placa de 24 horas ilustra esta afirmación. La medida se toma debido al aumento de carros en la época decembrina y principios de enero, sin haber hecho un estudio serio que lleve a una solución sin afectar innecesariamente a los propietarios de carros particulares, muchos de ellos con necesidades urgentes como aquellos que trabajan en otros municipios, o familias que viven de su carro particular, por citar algunos ejemplos.
Esto me lleva a varias preguntas: ¿Qué pasa con aquellos que por algún motivo tienen que venir a Cartagena y devolverse a sus hogares en otras ciudades? ¿Alguien ha visto un embotellamiento a las 11 p. m. o a la 1 a. m.? ¿Por qué toda la ciudad debe tratarse por igual, si en algunas zonas los trancones son menos frecuentes que en otras? Prohibir siempre es más fácil que solucionar; en vez de buscar medidas ingeniosas, como poner más personal regulando el tráfico, deciden dedicarlos a controlar a los infractores, muchos de ellos inocentes turistas, a sacarles jugosas multas y uno que otro soborno, como es bien sabido pero jamás denunciado. Los propietarios de grúas y parqueaderos deben estar de plácemes.
Es notorio que en las mañanas los embotellamientos son escasos, aun en época de temporada alta. Una solución más ajustada a la realidad sería dejar el pico y placa en la mañana tal como ha venido antes, y por la tarde, iniciarlo desde las 4 p. m. hasta las 8 p. m., solo durante temporada alta y en las vías principales, dejando libre la circulación dentro de los barrios. La gente tiene que aprender a auto regularse.
Como si esto fuera poco, en una entrevista, el alcalde Turbay manifestó que está considerando implementar el pico y placa los días sábado, para desincentivar el uso del carro particular, como si acá hubiera muchas alternativas para escoger o el transporte público fuera de calidad. Como siempre sucede acá, eso aplicaría para toda la cuidad, sin importar qué zonas no presentan problemas de trancones. Que se friegue todo el mundo, el abuso tiene que ser para todos para que nadie se queje de que hay discriminación.
Nada incentiva más la compra de un segundo carro que el pico y placa, de manera que, finalmente, esta medida se vuelve poco efectiva en el futuro.
En vez de estar violando permanentemente el derecho a la libre locomoción de los ciudadanos, hay que construir nuevas vías, así sean concesionadas; pero ayayay, se me olvidó que está el movimiento No+Peajes, el más destructivo que ha impedido el desarrollo vial de la ciudad.
