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Columna

Gestión y balance 2025

“Reunámonos en familia para realizar nuestro balance de gestión, hagamos cuentas claras sobre lo que sí hicimos…”.

Lucía Álvarez Álvarez

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Entidades financieras y organizaciones productivas de carácter privado, respondiendo a sus fines de lucro, anualmente realizan el balance económico como un resultado de su gestión, soporte documental para convertir los datos en análisis y argumentos, según cuentas sobre pérdidas y ganancias, ingresos y egresos, para una adecuada toma de decisiones y visionar la planeación de nuevos programas, inversiones y proyecciones para el año siguiente, abono para la cultura de calidad y de mejora continua desde el ámbito económico. Aunque el balance económico es clave, existen diversos datos por medir, definiendo otros indicadores de gestión para responder a las necesidades de los clientes externos y por supuesto, también de los clientes internos, esos empleados o funcionarios que, finalmente, representan un capital de gran valor para cualquier organización.

Por supuesto que entidades de carácter público también deben realizar su balance anual, se llama Rendición de cuentas y en Colombia tiene soporte legal, se inició con la Constitución de 1991, Documento Conpes 3654 de 2010, Ley 1757 de 2015, entre otros, sin embargo, es un simple asunto de deber y de derecho, dos factores que forman un maravilloso círculo virtuoso, base para el desarrollo socioeconómico sostenible desde lo local hasta lo nacional. Recordando un artículo sobre participación ciudadana para construir la cultura del derecho y el deber, publicación 2014 en la Revista Análisis Político No. 81, una reflexión indica que nadie podrá satisfacer un derecho sin que él u otra persona hayan cumplido un deber. En contraste, mientras la sociedad gubernamental tiene el deber de realizar el balance anual de su gestión o Rendición de cuentas, la sociedad civil tiene derecho a conocer los detalles de esa gestión, pero también tiene el deber de participar y aportar, además del mero cumplimiento de los deberes ciudadanos, aprovechar su competencia, entorno y comunidad para proponer otras metodologías, programas y alternativas para mejorar la gestión pública con tributo en bienestar e interés colectivo. En efecto, la gestión pública debe cumplir el deber de tener en cuenta el pensar, sentir y actuar de la sociedad civil.

Ese círculo virtuoso se construye y practica en la casa, por eso estamos invitados, además de las cenas de navidad y año nuevo, reunámonos en familia para realizar nuestro balance de gestión, hagamos cuentas claras sobre lo que sí hicimos y lo que no hicimos, como miembros o funcionarios de esa hermosa organización llamada familia, luego escribamos acuerdos y propósitos para el siguiente año.

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