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Pozzetto

“El origen de la tragedia estuvo ligado a rumores sobre infidelidades de la madre, supuestamente ocurridas a la sombra del Samán, que retrotraían la pérdida de la virginidad antes del matrimonio...”.

Christian Ayola

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Dicto un seminario titulado: ‘Sobreviviendo a un Tiroteo’, una versión para civiles y otra para fuerzas del orden, cuyo objetivo principal es prevenir el estrés postraumático, frecuente después de sobrevivir a un grave incidente de este tipo. Comprende objetivos secundarios como disminuir la posibilidad de afectación a la población civil inocente; estrategias para incrementar la supervivencia de los participantes pasivos; y tips tácticos basados en la neurobiología, que pueden reducir posibilidad de muerte o heridas en un operador de armas de fuego durante un enfrentamiento armado.

En el curso se analizan videos de la dinámica de diferentes tiroteos masivos; entre ellos, el del Restaurante Pozzetto, tema novelado, llevado al cine, y recientemente a una serie que presenta Neflix, con un excelente reparto y actuación destacada de Andrés Parra y Consuelo Luzardo. Estas obras artísticas necesariamente acuden a la ficción, tejiendo mitos y leyendas urbanas, desviadas de la realidad. Con base en lo anterior, quise traer algunas de mis notas referentes al estudio forense de dicho caso, que tal vez no alcanzaré a cubrir en este artículo.

Campo Elías Delgado Morales (52 años), nacido de padres venezolanos, oriundos del Táchira, asentados en Duranía y posteriormente en Chinacota (Norte de Santander), fue el autor de la masacre: previamente asesinó a 9 personas, comenzando por su madre; y el 04/12/1986, a 22 comensales con un revólver calibre 32 largo en el Restaurante Pozzetto, ubicado en la Carrera Séptima con Calle 52, en Bogotá.

Contrario a la creencia popular que lo liga a la Guerra de Vietnam, su servicio tuvo lugar en la zona del Canal de Panamá y en El Paso (Texas). En el ejército norteamericano su rol fue de enfermero, no estuvo en combate y no era Boina Verde. Una vez retirado, se radica en Bogotá, donde vivió con su madre, hacia quien guardaba un profundo rencor. Enseñaba ingles a domicilio, y tomó algunos cursos literarios en la Javeriana, donde tuvo acercamientos con el novelista Mario Mendoza.

Campo Elías, en mi concepto, no padecía un trastorno de estrés postraumático, sino un trastorno disociativo grave, producto de un trauma complejo. De niño le tocó presenciar el suicidó de su padre en Bucaramanga, ciudad a donde habían llegado como desplazados después que el padre cortara un árbol centenario de Samán, y el pueblo enfurecido les quemara la tienda.

El origen de la tragedia estuvo ligado a rumores sobre infidelidades de la madre, supuestamente ocurridas a la sombra del Samán, que retrotraían la pérdida de la virginidad antes del matrimonio, con quien hoy era su amante; recuerdo doloroso que provocaba celotipia y violencia conyugal, pero que finalmente detonarían la depresión y el suicidio del progenitor de Campo Elías, hechos que seguían alimentando su odio hacia la madre.

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