El pasado 29 de noviembre, en las antiguas instalaciones del glorioso Liceo se realizó la sesión solemne. Nos acompañaron el rector de la institución Departamental Nuestra señora del Carmen, licenciado Miguel Pérez; el rector del Liceo de Bolívar, licenciado Luis Manuel Varela Montalvo y el secretario de Educación Distrital, doctor Alberto Martínez Monterrosa.
Fue un evento emotivo, hubo muchas lágrimas de los egresados que hace 50 años habíamos terminado el bachillerato en esta institución; particularmente yo, al entrar y ver esas instalaciones en donde me formé como bachiller y como persona, lloré, porque le debo mucho al Liceo de Bolívar, no solo a los profesores que nos dictaban las clases, a los trabajadores de ese plantel, sino, a los mismos compañeros.
Al llegar al recinto, el abrazo con los antiguos compañeros fue muy emotivo, ya todos adultos mayores, una de las características del estudiante liceísta es que éramos muy responsables, pero también revolucionarios; los profesores no obligaban a estudiar a nadie, ni a entrar a clases, allá no había vagos, el alumno era consciente que debía responder, porque si no lo hacía perdía el año y quedaba por fuera, porque ese colegio no aceptaba repitentes.
Esta es la razón por la cual el Liceo de Bolívar casi todos los años ganaba el Premio Coltejer al mejor Bachiller, lograba excelente desempeño en las pruebas nacionales y los juegos intercolegiados casi siempre los ganábamos; la selección Bolívar en casi todos los deportes era integrada, en su mayoría, por estudiantes liceístas.
Comenta un compañero que cuando estaba en el primer semestre en la Universidad de Cartagena, el profesor preguntó ¿quiénes vienen del Liceo de Bolívar? Y más de medio salón levantó la mano, el profesor dijo: “Les hice esta pregunta porque he hecho este ejercicio en todas las facultades y la mayoría de los estudiantes de cada salón son liceístas”. Es que el nivel educativo del liceísta era tan alto que en cualquier universidad pasaba.
Le agradezco a Dios por haberme dado la oportunidad de estudiar en ese colegio, ser bachiller del Liceo de Bolívar es algo que me llena de orgullo; quiero darles las gracias a los compañeros del Comité Organizador de la ceremonia por tenerme en cuenta para dar el discurso de bienvenida a nombre de los egresados, más de 80 asistimos, entre ellos había: jueces de la República, personeros distritales, municipales, directores de oficinas jurídicas, ingenieros, rectores de instituciones educativas, licenciados, médicos, abogados, periodistas, locutores o empresarios de áreas como: la academia, la cultura, el boxeo, la música, la construcción, también algunos exalcaldes de municipios y concejales; asimismo se encontraban deportistas de la talla de Oswaldo Puello, que fue selección Bolívar y Colombia en voleibol.
Recibir esta distinción es un honor, esto me llenó de satisfacción y me da ánimo para seguir trabajando en bien de la sociedad; muchas gracias compañeros por haberme dado el privilegio de representarlos en este magno evento; con la ayuda de Dios nos veremos el próximo 28 de noviembre de 2026, en la integración que quedó institucionalizada para el último sábado del mes de noviembre de cada año.
¡Viva el LICEO DE BOLIVAR! ¡VIVA! ¡VIVA! ¡VIVA!
