Apoyado en la experiencia de muchos años como funcionario de Ecopetrol hoy pensionado, y la inteligencia artificial” ante la dolosa desinformación usada para intensificar controversias sobre el futuro del Grupo Ecopetrol y de Reficar -una de sus empresas- hacemos este llamado de atención y lo centraremos en la refinación como un eslabón de la cadena de valor de la industria petrolera y el modelo económico.
Desde el año 1957 fue construida por la International Petroleum Intercol, predecesora de la Exxon, y se me antoja decirles que la gratitud debe ser expresada como legado noble de una oportuna inversión extranjera, porque gracias a ella Reficar sigue siendo un actor clave en la sostenibilidad de Colombia con su geoestratégica ubicación en Cartagena y los enormes aportes que trajo al país.
En el año 1974, era presidente Misael Pastrana, la Refinería fue adquirida por Ecopetrol con una carga de 26.000 barriles, posteriormente modificada a 80.000 barriles diarios de crudo que permitían transformar el 74% en productos de alto valor y el 26% restante comercializarlos como fueloil.
Luego de estudios previos técnicos, financieros y legales de más de 15 años en varias administraciones, los esfuerzos titánicos de miles de trabajadores y de haber superado múltiples obstáculos, en el año 2016 la Refinería fue transformada a alta conversión, con una carga de crudo de 150.000 barriles diarios, una capacidad de conversión de 97.5% en productos de alto valor, y el 2.5% restante transformado en azufre y coque, aumentando su capacidad hacia la transición energética, elevando estratégicamente la carga diaria a 210.000 barriles al integrarse la Refinería antigua al nuevo Complejo de Refinación y Petroquímica, en un moderno activo que aporta más seguridad energética y garantiza la autosuficiencia en diésel para mover buses más camiones y los miles de vehículos particulares que circulan con una calidad excepcional; el diésel con menos de 10 ppm de azufre y la gasolina con menos de 50 ppm de azufre, produciendo el diésel, la gasolina regular y extra, jet, nafta virgen, GLP, propileno, arotar, azufre y el coque más limpios de la historia del país, atendiendo además el 100% de los combustibles que requiere la región Caribe.
Gracias a Reficar y sus trabajadores, entre el año 2016 y el 2024, Colombia dejó de importar combustibles por más de 25.500 millones de dólares y cumplió el reto de producir de manera limpia combustibles más limpios, garantizando su suministro, desarrollando rentablemente los proyectos requeridos para el cumplimiento de la calidad de combustibles, generando riqueza, amortizando deudas, girando millonarias transferencias al Estado, con resiliencia para adaptarse y recuperarse de la adversidad y la captura de nuevas oportunidades en petroquímica y negocios de bajas emisiones.
Con muchísimo amor queremos recordar que este Complejo de Refinación de 140 hectáreas, con margen bruto histórico de utilidad año 2022 de aproximadamente 18.5 dólares día por barril procesado, es de propiedad de la empresa Reficar, pertenece al Grupo Ecopetrol, patrimonio de los colombianos, y afirmar que tenemos la refinería más moderna de América Latina, con varias plantas procesadoras en constante operación, muelles marítimos, fluviales y activos fijos estratégicos símbolo de la nación para autonomía energética que merecen ser protegidos de especulaciones, escándalos de astutos avivatos y proselitismo electoral, mientras Ecopetrol pareciera hundirse en un modelo económico con tantas ambigüedades y tener que soportar por ejemplo la reducción del margen de refinación por debajo de 10 dólares con enorme pérdida de valor.