Espléndidas e impecables, es lo menos que podemos decir de unas festividades novembrinas y de independencia que fueron excelentes desde la primera reunión del equipo de trabajo distrital, desde el primer preludio hasta el gran Cabildo de Getsemaní, con la correspondiente coronación del barrio Blas de Lezo, con su representante, su gente y sus comunidades contiguas. Fueron unas fiestas disciplinadamente trabajadas por un año, teniendo claro que el equipo organizador fue dedicado y minucioso, a la cabeza del gran promotor al frente de la Alcaldía Mayor de Cartagena. Frentes de trabajo articulados con gestores culturales, folclóricos, promotores turísticos, empresarios y, sobre todo, con la dirigencia social y comunal, con la ciudadanía en pleno.
Importante para la ciudad no sólo conmemorar la fecha en que nos independizamos, también la gran oportunidad para que la gente se reúna, terracee, celebre y se sienta orgullosa de su cultura, de sus ancestros y de su herencia. Impactos positivos y significativos en varios aspectos marcan, día a día, la ruta del sano jolgorio que nos lleva a fortalecer la identidad cultural, tradiciones y costumbres, turismo de todos los niveles y unidad ciudadana para generar sentido de pertenencia y orgullo de ciudad. Igual, no podemos abstraernos del desarrollo económico que promueven eventos y actividades organizadas por esas fechas, que generan negocios, oficios y empleos para nuestros habitantes.
Buscar la unión comunitaria y la cohesión social va más allá de la fiesta y debe ser una búsqueda constante y estructural desde distintos frentes de desarrollo social, económico, político y ambiental. Al evaluar impactos, ahí estarán las cifras, pero, sobre todo, nos quedamos con lo bueno que se promueve y con lo que se seguirá trabajando desde ya para edificar cartageneidad. Se avanzó festejando sanamente con la gente en las tres localidades de la ciudad y sus respectivos corregimientos.
Ojo: sin una gota ni un centímetro de cemento, pero el desarrollo sigue y deberá ser así. Como he dicho antes, las obras en concreto son importantísimas. La salud se previene, pero se interviene en hospitales; la movilidad mejora con vías; la educación se imparte en escuelas; el deporte y la recreación, en unidades deportivas y parques; y, en general, todo el desarrollo humano se construye en espacios que se hacen con cemento, no sólo aquí en Cartagena, sino en todo el planeta. Alcalde, avance dándole altura a la ciudad, restableciéndola como el mejor destino nacional e internacional y, sobre todo, con la construcción de arraigo de su gente, generando sentido de pertenencia y defendiendo a la ciudad como la fantástica joya del Caribe.
Adelante: más intervenciones sociales, más cultura y festividades, más salud, más educación, mucha más seguridad, más deporte y, sobre todo, a seguir día a día impulsando un gobierno disciplinado, planificador y que genera resultados. Las Fiestas Novembrinas fueron espléndidas, incluyentes e impecables. Fueron un festejón.
