Alejandro Char vuelve a apostar por el cemento a crédito. La remodelación del Estadio Metropolitano Roberto Meléndez, que costará $180.000 millones, se financiará con la misma fórmula que caracterizó su segundo gobierno: el contratista pone la plata y el Distrito la paga después.
El Distrito quiere un Metropolitano más eficiente para eventos deportivos y conciertos. Las obras proyectadas incluyen un nuevo campo de juego con drenaje y riego; graderías prefabricadas con silletería moderna; remodelación de baños, cocinas, camerinos y zonas de calentamiento, además de nuevas oficinas, sala de prensa y backstage para espectáculos musicales.
El proceso ya está en observación de pliegos y recibirá ofertas entre el 29 de octubre y el 13 de noviembre. Según el cronograma inicial de contratación, la Alcaldía espera elegir al contratista los primeros días de diciembre.
La remodelación ha sido ampliamente celebrada por buena parte de los periodistas deportivos, quienes —incluso antes de que Char hiciera el anuncio oficial— ya publicaban mensajes de expectativa en sus redes sociales: “mañana el alcalde dará a conocer una gran noticia”.
Más allá de esos aplausos hay un dato que ha pasado desapercibido. Esa millonaria inversión se pagará bajo la figura de financiamiento del proveedor porque Barranquilla no tiene liquidez. Es decir, el contratista deberá poner los recursos y el Distrito le pagará después, con intereses, durante siete años. La tasa máxima será del 12% efectivo anual, que —aunque no es baja— es aceptable debido al nivel de riesgo crediticio del país.
Y esa no es la única obra financiada a crédito en el actual gobierno de Char. El mandatario también usa la financiación del proveedor para la canalización del arroyo de la 85 y el mejoramiento de los pasos y caminos —centros de atención médica de primer y segundo nivel—.
La pertinencia de la remodelación del Metro ya comienza a generar cuestionamientos entre algunas voces. El periodista Alfredo Sabbagh, por ejemplo, la calificó de “populismo puro y duro”. “La ciudad endeudada, la extorsión desbocada, las vías colapsadas; y este señor saca pecho por una innecesaria inversión de la platica de los barranquilleros”, escribió en su cuenta de X, aludiendo la manera como Char comunicó la financiación de la obra.
En efecto, Barranquilla ya está altamente endeudada. Hasta diciembre pasado, su deuda sumaba $3,2 billones y, según el Marco Fiscal de Mediano Plazo, el actual gobierno planea cerrar en 2027 con casi $4,1 billones en créditos.
De hecho, para ganar oxígeno, Barranquilla usó un crédito de JP Morgan el semestre pasado para pagar otro que había suscrito en 2022 con el banco alemán.
Además, recientemente tuvo que pedirle a JP Morgan Colombia un préstamo de corto plazo para enfrentar una insuficiencia temporal de caja.
Así que mientras el Metropolitano se prepara para una nueva cara —en medio de vítores generalizados—, Barranquilla seguirá construyendo su infraestructura pública a punta de deuda.
*Cofundadora de La Contratopedia Caribe