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Columna

¿Capitulamos?

“Seamos serios, somos casi 50 millones de colombianos en las manos de unos pocos que nos tienen enloquecidos a punta de videos, redes y clics”.

ORLANDO BUSTILLO

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El 7 de agosto de 2026 día D. Día esperado por muchos para bien o para mal. Hoy no tenemos ni idea quién va a regir el destino de este país de locura, pero algo es cierto, la gente está hastiada de no tener un cambio real y tangible. Petro, un recambio de ministros promedio de permanencia de 19 días en 3 años, locura total. Inequidad, pobreza, inseguridad y desquiciadas manifestaciones de histrionismo. Impunidad y FF.AA. desangradas, los servicios esenciales del Estado no llegan a todos y el territorio en manos de la criminalidad, ¿qué hace Verónica visitando cárceles? Colombia necesita un nuevo contrato social, donde todos quepamos. Que todos tengamos la dignidad de ser humanos. Que desde el vientre un niño tenga salud, educación y amor. Que los jóvenes no tengan un futuro desperanzador. Que los mayores puedan tener un honroso retiro. Antes de llegar a dicha fecha tendremos 2 consultas, elección de Congreso y dos vueltas presidenciales, mi voto será no por quien grite más o hable más duro, será por el más serio (no se elige al más simpático, sino al más preparado y que tenga un buen equipo de trabajo) y sepa gobernar. Así de simple pero así de complejo.

Lamentablemente veo un circo o más bien un zoológico en una arena política del más fuerte, pero no del más preparado. Arengas insulsas sin fundamentos ni doctrinas. Necesitamos un nuevo contrato social donde no quepa la corrupción ni las prebendas para unos pocos. La decencia no riñe con la sencillez ni la inteligencia, debemos ser serios. Un nuevo contrato social que no da espera. Los tres poderes alineados e independientes, pero por una nueva Colombia a 50 años. Con un sistema político renovado, una justicia eficiente y madura. Cuando veo la inseguridad total de una ‘paz total’ fallida, que parece intencional, no dejo de recordar el párrafo del libro ‘El mundo de ayer’, de Stefan Zweig: “Desde el principio, Chamberlain se caracterizó por ser alguien que iba a Múnich no a luchar por la paz, sino a pedirla. Pero nadie en aquel momento tenía idea de la capitulación que estaba a punto de producirse”.

Hoy, como hace casi 10 años, los colombianos entre las afugias económicas y la zozobra institucional, estamos en medio de un nerviosismo por querer vivir con tranquilidad y trabajar sin ver un tiro en la nuca. El día D, que no haya sido el resultado de una capitulación soterrada de este gobierno ante las fuerzas ocultas y liadas a un dictador vecino, que se pasan por la faja toda constitución de derechos posible. Nos recuerda Patricia Rincón, en ‘Cazando camaleones’, la importancia de escribir bien; no me harto de hacerlo, pero sí quiero poner mi granito de arena y no dejarme llevar por bots, bodegas y algoritmos, estoy plasmando mi pensamiento crítico, nacido de la lectura de la realidad que nos afecta a todos. Desorden y falta de coherencia de gobierno y oposición. Seamos serios, somos casi 50 millones de colombianos en las manos de unos pocos que nos tienen enloquecidos a punta de videos, redes y clics. Organícense porque temo que tendremos es una enorme abstención el próximo año. No botaré mi voto.

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