comscore
Columna

La validez y fuerza del lema ‘No en nuestro nombre’

“A casi dos años de iniciarse este genocidio del pueblo palestino, tenemos un terrible y vergonzoso balance: Gaza aniquilada y Cisjordania asfixiada”.

Karen A. David Daccarett

Compartir

“No en nuestro nombre” es la consigna adoptada por muchas organizaciones judías que, desde el comienzo del genocidio en Gaza, se ha ido imponiendo en el mundo y ha trascendido a una sociedad civil que cada vez más se distancia de la inacción o complicidad de sus gobiernos, a diferencia del de Colombia, el cual ha alzado su voz en defensa de la legalidad internacional y para sancionar al Estado de Israel.

Coherente con este creciente sentimiento universal de no más crueldad hacia los pueblos, ni violaciones del derecho internacional y el derecho internacional humanitario, el 31 de agosto zarpó la Flotilla Global Sumud, desde Barcelona, con un lema que podría tomarse como resultado del anterior:

“Mientras el mundo calla, nosotros zarpamos”. Cientos de personas (incluyendo seis colombianos), decenas de embarcaciones y entidades de 44 países se han dado a la tarea de romper el cerco de Gaza, con el fin de ingresar la ayuda humanitaria que llevan a cuestas.

No es ningún secreto que los gazatíes están siendo sometidos no solo a los constantes e indiscriminados bombardeos del ejército de ocupación, sino también al hambre como despiadada, cobarde e inmoral arma de guerra.

El 22 de agosto la ONU declaró oficialmente la hambruna en Gaza producida por el hombre. Fue Tom Fletcher, responsable de asuntos humanitarios de dicha organización, quien hizo el contundente anuncio con todas las derivas que comporta el tema.

Pero, ¿qué significa la expresión árabe ‘sumud’?

Esta palabra, traducida como ‘firmeza’, encierra todo el sentir de la ya casi centenaria y proverbial resiliencia y resistencia del pueblo palestino en defensa de su cultura, su hogar y su identidad nacional, por encima del proceso de colonización de su territorio, práctica ésta tan oscurantista como deshumanizante y que apunta hacia la idea de una sociedad distópica, con personajes imposibles de descifrar o caracterizar como los llamados ‘colonos israelíes’, los cuales se asemejan más a un lumpemproletariado que a una clase social emergente, articulada y constructiva.

A casi dos años de iniciarse este genocidio del pueblo palestino, tenemos un terrible y vergonzoso balance: Gaza aniquilada y Cisjordania asfixiada.

¿Permitiremos finalmente que desaparezcan Palestina, su gente y su legado?

Únete a nuestro canal de WhatsApp
Reciba noticias de EU en Google News