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Columna

Sin ciencia y tecnología no crearemos riqueza en Colombia

Los números son contundentes y preocupantes. Según el Banco Mundial, Brasil lidera la región invirtiendo 1,15% de su PIB en investigación y desarrollo.

Manuel Martínez

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La semana pasada OpenAI lanzó ChatGPT-5, su modelo más avanzado de inteligencia artificial. Mientras tanto, Claude, Gemini y DeepSeek actualizan constantemente sus capacidades conversacionales,ejecutar código,creación de textos, entre otros. Esta carrera tecnológica global nos confronta con una pregunta urgente: ¿estará Colombia preparada para la nueva revolución digital?

Recordemos cuando buscábamos información en enciclopedias físicas, cuando las llamadas de larga distancia requerían operadoras conectando cables manualmente, o cuando los beepers eran parte de la comunicación móvil. Esa nostalgia ilustra la velocidad exponencial del progreso tecnológico.

Mientras lee estas líneas, millones de datos se almacenan en la nube y de acuerdo a Statista más de 300 millones de correos electrónicos se envían diariamente. La transformación no se detendrá, y Colombia debe decidir si será protagonista o espectadora de este cambio.

Los números son contundentes y preocupantes. Según el Banco Mundial, Brasil lidera la región invirtiendo 1,15% de su PIB en investigación y desarrollo. Colombia no alcanza ni el 1%. Esta brecha no es solo estadística; representa la diferencia entre crear riqueza propia o depender eternamente de tecnología importada. Aún cuando dado nuestro realidad nos implicaria depender por un tiempo más de la importación de modelos de IA.

Como lo advirtió el profesor Michio Kaku, considerado como el físico futurista del siglo y keynote speaker de ANDICOM 2025: “lo que verdaderamente crea riqueza es la ciencia y la tecnología”. Sin inversión sostenida en I+D, Colombia seguirá exportando materias primas mientras otros países capturan el valor agregado de la innovación.

Colombia enfrenta obstáculos estructurales que limitan su despegue tecnológico. La conectividad representa el primer desafío: existe una marcada diferencia entre el acceso a internet en las zonas urbanas y las áreas rurales, lo que profundiza la brecha digital y limita la democratización del conocimiento. Para superar esta barrera fundamental, Colombia necesita alcanzar una conectividad del 100% en todo su territorio nacional, garantizando que tanto las ciudades como las regiones más apartadas tengan acceso equitativo a la infraestructura digital necesaria para participar plenamente en la economía del conocimiento.Segundo, la ciberseguridad representa una vulnerabilidad crítica tanto para el sector público como privado. Sin infraestructura digital segura, la confianza en sistemas tecnológicos permanecerá frágil.

Tercero, necesitamos un Internet más plural y democrático que garantice acceso equitativo a oportunidades digitales, evitando que la tecnología profundice desigualdades existentes.

Del 2 al 5 de septiembre, Cartagena se convertirá en epicentro de la conversación tecnológica y empresarial latinoamericana. ANDICOM 2025 reunirá al Dr. Michio Kaku junto con líderes de Google, Oracle y Microsoft, creando una oportunidad única para que Colombia acelere su transformación digital.

Esta convergencia de talento global en territorio colombiano no es casualidad; es reconocimiento del potencial nacional que aún no hemos explotado completamente. Tenemos capital humano excepcional, posición geográfica estratégica y sectores económicos que pueden revolucionarse con IA aplicada.

La cuarta revolución industrial requiere esfuerzo conjunto. Sector público, empresarios, universidades y gremios deben articular una estrategia nacional que trascienda diferencias políticas y visiones de corto plazo.

Necesitamos políticas que incentiven la investigación, programas educativos que formen talento en tecnologías emergentes, y marcos regulatorios que protejan sin frenar la innovación. La inteligencia artificial puede profundizar sistemas democráticos si la implementamos pensando en inclusión y transparencia.

Colombia está en un momento bisagra. Podemos continuar siendo consumidores pasivos de tecnología extranjera o convertirnos en creadores de soluciones que transforman no solo nuestro país, sino la región entera.

Los algoritmos, los datos, la inteligencia artificial y la biotecnología son los nuevos motores de riqueza del siglo XXI. Colombia puede aprovechar esta ventana histórica para acelerar su transformación digital, pero solo si el sector público, privado y la academia unen fuerzas para construir un futuro basado en ciencia y tecnología.

*Director ejectivo del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones - CINTEL

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