¿Qué tanto impactará en nuestra sociedad el vil asesinato de 13 policías erradicadores de cultivo de coca y, 3 horas más tarde, seis muertos, incluyendo a una mujer embarazada, y más de setenta heridos que dejó un cobarde atentado terrorista perpetrado por las Farc, con un camión cargado con cilindros bomba frente a la base aérea Marco Fidel Suárez, en Cali?
¿Pasarán al olvido, tal como los 22 jóvenes estudiantes sacrificados y los 80 heridos, víctimas de la activación de un carro bomba por el Eln en la Escuela de Policía General Santander? El invento de la “paz total”, sin estructura, ni procesos claros, es una entelequia irrealizable, que hasta ahora solo ha traído desgracias y más sufrimientos para el pueblo colombiano.
Mientras el presidente dicta cátedra de marxismo a los travestis de París; y nos despertamos escandalizados por un viceministro actor porno homosexual; el mejor amigo del presidente, quien manejaba los servicios de inteligencia, huye de la justicia por presunta corrupción; actuaciones similares comprometen al exministro de Hacienda, todo, al parecer, para conseguir aprobación de ideologizadas reformas estatizadoras.
Este gobierno compra innecesariamente aviones de guerra, cada unidad por 500 mil millones de pesos; en tanto que los subversivos causan enormes bajas a nuestras Fuerzas Armadas y de policía solo con simples drones, cuyo costo unitario en el mercado no supera los $10 millones. Indudablemente, se observa una carencia de perspectiva y una estrategia equivocada en la defensa de nuestro territorio, y en la protección de nuestros soldados y policías.
El Ejército Nacional pasó de $735.000 millones en inversión en 2024, a $385.000 en 2025, una reducción del 47%. La Policía Nacional redujo su presupuesto en un 35%, de $304.000 a $195.000 millones. La Armada Nacional de $4,6, solo recibió $3 billones. La Fuerza Aérea recibió $2,6 billones, menos que el año anterior. El Comando General de las Fuerzas Militares apenas recibió $186.000 millones, muy por debajo de lo requerido.
El impacto operativo es evidente, en muchas unidades militares se reporta falta de recursos básicos, como uniformes, mantenimiento de aeronaves y desarrollo de inteligencia. El déficit ha obligado a reducir operaciones en zonas críticas, justo cuando hay un repunte en ataques armados y presencia de grupos ilegales.
Desde la sociedad civil se formulan las siguientes preguntas: ¿Quién responde a las familias de las víctimas que perdieron la vida, y a los mutilados discapacitados por estos atentados? ¿Es la verdadera intención de este gobierno debilitar a las Fuerzas Armadas y servir el país en bandeja de plata a la subversión? ¿Es la intención dejar que el orden público se perturbe, hasta tener que declarar estado de conmoción interior, suspender elecciones y perpetuarse en el poder?
*Psiquiatra.