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Columna

La Ciénaga de la Virgen: un ecosistema al borde del colapso

“Su degradación ha sido progresiva, acelerada por la falta de control de las entidades estatales a nivel local, regional y nacional...”.

Alfredo Pineda Corena

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Mientras la administración distrital anuncia la implementación del macroproyecto Parque Distrital de la Ciénaga de la Virgen, persisten serias dudas sobre si realmente se están abordando las causas profundas del deterioro de este ecosistema vital para la ciudad de Cartagena.

Durante décadas, la ciénaga de la Virgen ha sido víctima de múltiples agresiones ambientales. Su degradación ha sido progresiva, acelerada por la falta de control de las entidades estatales a nivel local, regional y nacional. Entre los factores más críticos se cuentan la ocupación ilegal de sus orillas por asentamientos informales que descargan excretas directamente al agua; el vertimiento sostenido, por más de 30 años, del 60% de las aguas residuales de la ciudad; y la construcción del anillo vial en terraplén, que actuó como un dique, rompiendo su conexión natural con el mar.

Aunque dicho anillo incluyó puentes sobre los caños Juan Polo, Luisa, La Boquilla y el Cañón, estos quedaron obstruidos por el crecimiento descontrolado del mangle, lo que facilitó nuevos asentamientos humanos que hoy impiden cualquier intercambio hídrico. A esto se suma la descarga constante de aguas lluvias con sedimentos y basura, lo que ha incrementado su contaminación y sedimentación.

Un intento de solución fue la Bocana Estabilizada de Mareas, que durante un tiempo mostró resultados positivos, pero fue abandonada a su suerte. La falta de mantenimiento provocó su colapso.

El nuevo macroproyecto distrital incluye componentes como planes parciales de renovación urbana, mejoramiento integral, inclusión de la ciénaga de Juan Polo y la Vía Perimetral. Sin embargo, no contempla una recuperación real del cuerpo de agua, la cual solo sería posible mediante un dragado completo, la restauración de las conexiones con el mar y la reactivación de la Bocana Estabilizada de Mareas.

Si la idea es su uso recreativo, es indispensable realizar un estudio batimétrico general que revele su profundidad actual, así como análisis de calidad fisicoquímica, bacteriológica, niveles de oxígeno disuelto y presencia de metales pesados. Estos datos no solo son claves para la salud del ecosistema, sino también para proteger a las personas que harán uso de sus aguas.

La reactivación de este macroproyecto se dio a raíz de la solicitud del Consejo de Estado, que ordenó a la Alcaldía de Cartagena —en mayo del presente año— la instalación de un comité para su implementación. Esta iniciativa, concebida originalmente en el año 2016, incluía todos los parámetros aquí expuestos, los cuales fueron planteados por el Establecimiento Público Ambiental (EPA).

La ciénaga de la Virgen aún puede salvarse, pero solo si se actúa con responsabilidad técnica y compromiso ambiental, en busca de una solución integral. Revertir un daño de tantos años no es fácil ni poco costoso, pero aplaudimos la iniciativa.

*Ingeniero civil y sanitario.

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