Helios (dios griego del Sol) rige el ciclo del día a bordo de un carro tirado por cuatro corceles alados que escupen fuego. Faetón era un joven avergonzado porque dudaban de su linaje, pero su madre le revela que su verdadero padre es Helios, y lo insta a comprobarlo.

Sin conexión las voces de las víctimas no se oyen
Paola MolanoFaetón llega al Olimpo y para demostrar su ascendencia pide a Helios conducir el carro solar por un día. Helios, le advierte de los tres grandes peligros: ascender muy cerca del cielo, descender y abrasar la tierra, o perder el dominio de los caballos.
Al no sentir los corceles la firmeza del guía, se desbocan. El carro asciende y baja con tal furia que quema montañas, incendia llanuras y reseca ríos, los mortales huyen aterrados ante un sol implacable. Para controlar el caos, Zeus fulmina el carro con un rayo, Faetón cae y las ninfas recogen su cadáver. Este mito advierte sobre los peligros de la insolencia y la altivez, sobrepasando los límites de las capacidades. En la ‘Metamorfosis’, de Ovidio, y en muchas esculturas y pinturas se plasma la figura de Faetón como símbolo de la imprudencia humana.
Antes del 2022, nuestro sistema de salud presentaba algunos desafíos: un modelo asistencialista, poco preventivo; cobertura deficiente en zonas apartadas; deudas desde la pandemia. Aún así, era considerado un ejemplo a nivel global por su cobertura casi total; un amplio plan de beneficios; bajísimo gasto, comparativo con otros países del mundo, logrando amplio reconocimiento en rankings internacionales.
Para 2021, el Health Care Index de la revista especializada Ceoworld, lo reconocía como el 31 entre 89 evaluados a nivel mundial. La Asociación Colombiana de Clínicas y Hospitales (ACHC), en el 2022 analizó los sistemas de 94 países, ubicándonos en el puesto 39. Para ese mismo año, el Índice de Inclusión en Salud de The Economist nos situaba en el número 22 entre 40 países evaluados, la mayoría de ellos desarrollados y de altos ingresos.
Todos los indicadores han desmejorado, tanto que, en el 2024 el índice de Ceoworld nos situó en el puesto 81; y la ACHC ha cuestionado ampliamente el empeoramiento en las condiciones en la prestación de servicios de salud en el país, los últimos tres años; entre 2022 y 2024, las tutelas se incrementaron en 70%, alcanzando el año pasado 265.552 acciones de este recurso legal. El pago a clínicas y hospitales declinó, con una cartera que no para de crecer, aparentemente debido al ‘desfinanciamiento inducido’.
La deuda de las 29 EPS asciende a $32,9 billones, de los cuales $24,4 corresponden a EPS intervenidas con 30 millones de afiliados. En general los colombianos no han visto mejorar el servicio como lo prometió el Gobierno. Indudablemente el sistema padece el síndrome de Faetón.
*Psiquiatra.