Actualmente el hidrógeno en su condición de portador energético capaz de almacenar, transportar y distribuir energía, y por su potencial para diversificar la matriz energética, reducir emisiones de carbono y fortalecer la seguridad energética, se ha convertido en alternativa energética clave para la transición que vive Colombia, especialmente en la Costa Caribe, donde se concentran los altos recursos naturales renovables y desde donde su importante ubicación geográfica y robusta infraestructura de puertos y redes de gas, convierten a esta región en punto estratégico para la producción y exportación de este energético.
Sin embargo, el desarrollo del hidrógeno en el país cuenta con importantes desafíos regulatorios que exigen una visión integral, estratégica y de largo plazo, para garantizar su viabilidad y competitividad; por ello, desde la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) este año se incorporaron dos proyectos regulatorios: el proyecto CREG 045 que establece las condiciones técnicas y económicas para la inyección y mezcla (blending) del hidrógeno en las redes de gas natural; y el proyecto 069, orientado a regular su incorporación en la prestación de servicios públicos domiciliarios de energía y gas (mezcla de hidrógeno con gas natural), marcando así hitos en la apertura de nuevas soluciones energéticas que respondan a las dinámicas de la transición energética.
Con estos proyectos se busca identificar, desde el rol como habilitador, los temas prioritarios para la integración del hidrógeno en la prestación de servicios públicos. En el sector eléctrico, por ejemplo, se han identificado temas como la generación a partir de este energético, su participación en el mercado de servicios complementarios y las condiciones para la conexión de grandes cargas asociadas a electrolizadores. En el caso del gas se han identificado temas como los mencionados previamente de definición de criterios técnicos para la inyección segura y eficiente de hidrógeno en las redes actuales, así como la creación de reglas para la comercialización de estas mezclas. En otros sectores se han identificado temas como el uso en el transporte como combustible vehicular, en procesos industriales con alta demanda térmica y en soluciones de auto y cogeneración energética, para distintos sectores productivos.
Con esto no solo hablamos de habilitar un ecosistema que convierta al hidrógeno en actor relevante de nuestra economía baja en carbono, que genere desarrollos en la industria con alto impacto social; por eso desde la entidad se reafirma el compromiso en el aporte a la construcción de un marco normativo moderno, flexible y abierto a la innovación, que impulse la competitividad sectorial y permita a las regiones en Colombia, aprovechar al máximo sus recursos naturales en el camino hacia una transición energética justa, sostenible y centrada en el bienestar y protección de los ciudadanos.