A la juventud de hoy: Pasó desapercibido por muchos uno de los tantos comentarios del profesor Manuel Gaona, quien evita usar el pronombre nosotros por ustedes, con sobrada razón. Y en la disociación del presidente Petro, vana ilusión, da por hecho que en Colombia no pensamos; hasta sus más cerrados fanáticos han entendido que los yerros de 3 años perdidos los vamos a pagar caro, sobre todo las futuras generaciones. Estos 3 añitos se perdieron, como dice el dicho: “Esa platica” se perdió. Gaona me recuerda a Fareed Zakaria en su libro Age of revolutions, un descarnado análisis del siglo XXI que el mundo desarrollado vive hoy y nosotros seguimos, como se dice en el ciclismo, rezagados al final del pelotón, aún a mediados del siglo XX. Sobre la entrevista con Daniel Rivera Marien (El Colombiano, junio 15 de 2025), invito a todos escuchar por lo menos los últimos 10 minutos, en los que dicen: “El año que viene (20026) será el más crítico para la vida republicana de Colombia desde su creación”, palabras que retumban como un Cicerón moderno. Colombia está enfocada en discusiones del siglo XX en pleno primer tercio del siglo XXI (sic). Trataré de resumir en pocas palabras las angustias que nos deja el profesor Manuel Gaona: Colombia necesita el mejor gobierno de su vida republicana el próximo 2026, dado que va a enfrentar retos que jamás hemos tenido. Solo por citar 3 de los grandes retos que los países que ya están inmersos en el siglo XXI enfrentan: la inteligencia artificial unida a la tecnología cuántica está resolviendo problemas económicos, políticos, laborales y sociales. Y nosotros lo que tenemos es un discurso de populismo tecnológico, pero sin realización tangible a nivel ni tecnológico ni de inteligencia artificial aplicada para resolver las grandes diferencias sociales de pobreza. Inclusive, Gaona se atreve a ir mas allá diciendo que el reto del próximo gobierno es buscar cerrar brechas, pero acelerando el paso en ubicarnos “en un salto cuántico” para poner un pie en el presente siglo. Otros de los fenómenos que tenemos: somos el único país con guerrilla per se; otros países tienen otro tipo de conflictos no menores, pero nosotros sufrimos una lucha intestina que desangra, que trae dolor y retraso.
Mientras, de lado y lado, gobierno y oposición, miran cómo se quedan con el poder “encerrados en el siglo XX, con ideas del siglo XX y líderes del siglo XX”. Ese ciclo vicioso de las actuaciones de este gobierno lo vamos a pagar nosotros, pero las cosas que dejó de hacer padecerán nuestros hijos y nietos. Quedaremos aislados si no elegimos a alguien que entienda la policrisis, capaz de romper las cadenas de los extremos. Estamos aislados y hartos de conflictos, llevando la política al nivel más rastrero. La Alpujarra (del árabe) significa terreno fértil y bendito... no había derecho a mancillarlo.