Soy muy malo para el protocolo y para los discursos, pero cuando me invitan a hablar de Bolívar siempre digo que sí. Por eso estoy escribiendo unas palabras que me salen del corazón, porque cuando uno habla o escribe de lo que ama, todo fluye más fácil.
Este es el segundo aniversario de mi departamento que vivo como gobernador. Y les quiero decir que nunca estuve más convencido como ahora de lo capaces que somos de hacer posible lo imposible.
EL PRIMER PASO ES CREER. Hace un año nadie creía que un crucero de lujo pudiera llegar a Calamar o a Mompox; créanlo, porque lo logramos. Hace un año y medio miles de niños y niñas pensaban que nunca conocerían un megacolegio; créanlo, porque ya pasó.
Por eso hoy te invito a ti, que estás leyendo estas líneas, a recuperar un profundo sentido de pertenencia. Que nos mueva el orgullo, pero también el compromiso. Porque Bolívar no se construye solo desde los despachos: Bolívar se construye en cada aula donde se educa con esperanza, en cada centro de salud que salva vidas, en cada comunidad que se organiza para mejorar en cada emprendimiento que florece pese a las dificultades.
Este cumpleaños es una oportunidad para renovar nuestro pacto de unidad y de creer que podemos hacer posible lo imposible.
¡Feliz aniversario, Bolívar!