Libro escrito por la surcoreana Han Kang, Premio Nobel de Literatura del 2024, primera surcoreana y primera mujer asiática en obtener este galardón. Escritora, novelista, cuentista y poetisa, es famosa por su estilo literario introspectivo, poético y en ocasiones perturbador; explora temas como la violencia, el cuerpo, y el sufrimiento humano.
Una novela corta escrita en tres actos: la primera, narrada por Cheong, el marido de Yeong-Hye, la protagonista, cuenta cuando ella decide dejar de comer carne tras unos sueños sangrientos y perturbadores que tiene. Su esposo la rechaza y la agrede físicamente por no comer carne. En su núcleo familiar tampoco aceptan socialmente esta decisión de Yeong-Hye por el entorno conservador en el que viven, convirtiéndose en una tragedia. El padre se torna agresivo y quiere a toda costa obligarla a que coma carne, ella se resiste y se corta la muñeca. Termina recluida en un sanatorio psiquiátrico, no solo por el hecho de haberse cortado, también porque la negación a seguir las órdenes de su padre es vista como una especie de locura.
El segundo acto se titula la ‘Mancha Mongólica’, esta se trata del esposo de la hermana de Yeong-Hye, un artista del videoarte quien es el narrador de este acto, se siente atraído por Yeong-Hye, a quien ve desnuda y se obsesiona con la mancha mongólica en forma de pétalo de flor que mantiene en su cuerpo. Ella también siente atracción sexual hacia él y terminan teniendo relaciones sexuales las cuales fueron grabadas. La hermana de Yeong-Hye, In-Hye, descubre las grabaciones, llama a los servicios de emergencia alegando que ambos padecen de problemas mentales.
El tercer acto, escrito con la voz de la hermana de Yeong-Hye, quien es la única que la sigue apoyando dentro de la familia. Yeong-Hye sigue empeorando física y mentalmente, y es internada nuevamente en un hospital psiquiátrico donde recibe tratamiento para la anorexia nerviosa y la esquizofrenia, pero ella se comporta como si fuese una planta y deja de comer del todo.
Escrita con una prosa diáfana y poética, Kang nos muestra la cultura surcoreana desde diferentes vistas y personajes, nos adentra en sus pensamientos y sentimientos frente a un problema común hoy en la sociedad como lo es la anorexia nerviosa. Es un libro corto, pero lleno de mensajes acerca de una cultura casi desconocida por el mundo occidental, pero a la vez nos damos cuenta que muchos de los prejuicios de dicha cultura son muy parecidos a la nuestra, donde el hombre aún sigue siendo machista, dominando a la mujer con sus actitudes y sintiéndose superior a ella.
Un libro que recomiendo leer, no solo por su valor literario y por su prosa, sino por el aprendizaje de una cultura que nos transporta a un lugar lejano, pero al mismo tiempo muy cercano al nuestro.