La Alcaldía de Barranquilla demolerá las ruinas del Conjunto Residencial Privilegios, en el barrio Campo Alegre, después del colapso de una de sus torres el año pasado. Ese hecho dejó un adulto muerto y cuatro niños heridos, pese a que nadie debía vivir allí porque había una orden de desalojo desde 2010. Aún así, hasta antes de la emergencia, lo habitaban 17 familias.

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ALFREDO RAMÍREZ NÁRDIZEl Distrito de Barranquilla seleccionará a un contratista siguiendo la orden del inspector noveno de Policía Urbana, Augusto Amaya Lázaro. El 5 de enero, Amaya restringió el ingreso al conjunto, facultó a la Policía a desalojar el inmueble si se irrespeta su instrucción, incluso “usando la fuerza”, y le pidió a la Secretaría General realizar las acciones pertinentes para su demolición.
El 8 de mayo, la Alcaldía abrió un proceso de selección abreviada de menor cuantía, por $1.403 millones, que tiene ocho interesados. Debe seleccionar a una de esas empresas el próximo 4 de junio.
La demolición, programada para desarrollarse durante dos meses, se hará de manera mecánica; es decir, con excavadoras de brazo largo con martillo hidráulico y retroexcavadoras estándar. También se contempla la demolición manual hecha por operarios.
Privilegios fue uno de los conjuntos construidos entre finales de la década del 90 y comienzos de los 2000, sobre una ladera de la Localidad Centro - Norte Histórico de Barranquilla, con suelo arcilloso que nunca debió urbanizarse. Inicialmente eran seis torres de cinco pisos cada una, edificadas por Proyectos Barranquilla Ltda.
La inestabilidad del terreno quedó en evidencia con las lluvias de 2004. Las familias recién mudadas a Privilegios y a proyectos inmobiliarios de otros constructores comenzaron a quejarse por la aparición de grietas. Algunos edificios terminaron colapsando meses después.
Con la ola invernal de 2010 se agravó aún más la inestabilidad de la ladera y el Distrito ordenó el desalojo de Privilegios y varios conjuntos más. En 2018, sin embargo, varias familias aún vivían en esos apartamentos, informó El Heraldo.
Además de Proyectos Barranquilla Ltda, otras constructoras edificaron sobre ese suelo inestable: Carson, Marval, Metrópolis, Alta Vista, Cadena Fauset y Alejandro Char y Cía. Por eso, cada vez que es alcalde, Char está impedido para intervenir en los asuntos de Campo Alegre. Su empresa -hoy en liquidación- dejó cerca de 400 familias damnificadas.
Campo Alegre es un lunar que cada tanto se le revive al popular mandatario: el año pasado, la gente se lo recordó con el colapso de Privilegios -aunque ese no fue un proyecto de su constructora- y hace poco, en un evento oficial, una damnificada le reclamó por la impuntualidad en el giro de subsidios de vivienda que la Alcaldía debe pagar. “Voy a revisar eso”, respondió incómodo.
En realidad no puede hacerlo. Por el evidente conflicto de intereses, los asuntos de Campo Alegre están a cargo de un alcalde ad hoc: el viceministro del Interior, Jaime Berdugo.