Hay huellas que se dejan en la arena y en la siguiente oleada se borran, como hay otras que se tallan en la roca y perduran por décadas y siglos. Como esta última fue la que grabó en la comunidad de Pasacaballos y en una amplia zona de la Cartagena olvidada, la hermana Franciscana, de origen austriaco, Herlinda Moisés.
La semana anterior se celebraron los 60 años de la Fundación Madre Herlinda, producto de un compromiso personal al hacerse misionera, una vez realizados los votos en su comunidad, llegando en enero de 1952, en compañía de otras dos monjas, iniciando su labor en el barrio Chambacú. En 1953, llega su hermana Margarita, que hoy sigue activa.
Como educadora se desempeñó en varias ciudades del país, siendo una constante la vinculación de su labor docente con las comunidades no solo vecinas de sus colegios, sino que se fue adentrando cada vez más a zonas aisladas de la región. Su llegada en 1965 a Pasacaballos les impactó profundamente, tanto que decidió dejar de lado su labor como docente en su comunidad, para afincarse en esta población donde con la ayuda de otros sacerdotes como Rafael Geney y Pedro Nel Luna, y personas de la ciudad y de la misma comunidad fundaron el Equipo Misionero de la Bahía (EMBA), desarrollando una labor múltiple en poblaciones de la Isla de Tierra Bomba, en Barú y en asentamientos sobre el Canal del Dique.
Podemos afirmar que las primeras labores consistentes en aspectos de educación, salud, promoción social y evangelización en muchos de los pueblos de la bahía, fueron realizadas por la madre Herlinda y su equipo misionero. Iniciaron tareas de alfabetización, fundaron pre-escolares, adecuaron y construyeron puestos de salud, impulsaron el fortalecimiento de los pescadores y artesanos, así como una enorme de gestión frente a las autoridades de la ciudad y del departamento, para que se atendiera a la población en sus necesidades nunca satisfechas, en el acceso al agua potable, pues en esos años la población tomaba el agua para uso doméstico, directamente del canal; en el tema del manejo de las excretas, en el nombramiento de maestros y así prácticamente en todos los aspectos de la vida de la comunidad.
Se puede afirmar que no hay ninguna actividad de desarrollo en Pasacaballos que no esté asociado a la gestión de la madre Herlinda.
Hoy la labor de la Fundación Madre Herlinda sigue más amplia, solida, diversa y con impactos en distintos aspectos de la comunidad, en especial en la evangelización y formación humana. Con proyectos pioneros en aspectos relacionados con una educación pertinente, con la ecología y el medio ambiente, en formación de ciudadanía y en especial buscando hacer sostenibles los mismos proyectos. Esta es una labor que siguen apoyando personas e instituciones de Austria y Alemania, pero debería tener un fuerte apoyo desde nuestra ciudad.
*Sociólogo.