¡Aló! ¡Aló! Son las 3 de la madrugada, una señora llora, grita, coge el teléfono, marca y pregunta: ¡Dra. Tlallid, mi esposo llegó borracho, me ha golpeado en presencia de mis niños, dice que me va a matar!¿Qué puedo legalmente hacer? Se lo suplico, deme alguna sugerencia, que el caso es de vida o muerte.
Tlallid es una abogada no graduada, en cuestión de segundos le brinda una competente asesoría jurídica a la señora. En caso que cualquier ciudadano tenga un problema legal, dígase, de tránsito, divorcios, violencia de género, lío sobre la propiedad horizontal, entre otros, es si no consultar el tema, vía Whatsapp, sin necesitar la app, envías un mensaje, ya sea escrito o verbal, y listo. Sus servicios son gratuitos y está disponible las 24 horas del día, todo el año. Detrás de esta letrada está la inteligencia artificial con una completa información jurídica de las leyes mexicanas. La inventó una oficina de abogados, con sede en “Morelos”. La togada cuenta con una tecnología “chat gpt”, puede crear, contestar demandas, redactar pagarés y otros títulos valores.
En Colombia la implementación de la IA es una realidad. Por un repositorio de los sistemas autorizados en la toma de decisiones, estudio de la Universidad de Los Andes, a marzo del 2025, se han identificado múltiples casos en los que entidades públicas han adoptado herramientas de la IA o la autorrealización robótica de procesos (RPA) para apoyar sus labores misionales.
Antes de entrar al análisis de un pequeño cuestionario, es necesario hacer énfasis que este tema está en el orden del día en los estados y conferencias por lo crucial e importancia del mismo, no más, en el foro de Derecho, realizado en abril del 2025 por la “Universidad Internacional de la Rioja”, se dejó clara una contundente premisa: “Las personas (léase abogados) no van a ser reemplazados por la inteligencia artificial, sino por otras personas que saben trabajar con ella y, además, las que le ponen el alma a sus labores.
Ahora sí, empecemos:
1. ¿Su universidad tiene profesor y/o cátedras especializadas en enseñar cómo funcionan los algoritmos, cómo se integra los modelos educativos con la IA, cómo se auditan las decisiones, cómo se interactúa el servicio público con la IA?
2. En este mundo contemporáneo, donde se plantea el antivalor de la ética tramposa, siendo el héroe de la jornada el estudiante que utiliza la IA, plagiando y sin nombrarla, para copiar textos enteros de un trabajo científico o de sus tesis, exámenes, etc; ¿Los profesores, las directivas y los reglamentos están bien preparados para asumir estos retos?
En relación con los abogados,
1. ¿Será que un letrado ha sido leal con la administración de justicia o con sus contrapartes, no interponiendo recursos u otras peticiones inoficiosas, con la finalidad de dilatar el proceso?
2. ¿Será que el abogado no ha introducido pruebas falsas o preparado testigos para que mientan en el caso con tal de triunfar en un asunto?
3. ¿Será que el tinterillo, buscando un lucro malicioso e ilegal, le ha robado a su cliente el dinero, prevalido de argucias, como recibos o contratos falsos?
4. ¿Será que el togado, en la búsqueda de ese perverso éxito, introduce actuaciones fraudulentas con tal de salir ganancioso en el caso en concreto?
5. ¿Será que ese togado, en todos sus asuntos, actúa sin discriminar y a todas horas está pendiente de su cliente para atenderlo con tranquilidad, sin irritarse, buscando el lado más humano en su intervención?
6. ¿Será que ese profesional, en sus labores misionales, siempre lo asiste un ánimo de conciliar para no desgastar a la administración de justicia y a su cliente?
7. ¿Será que en un caso penal o disciplinario, el letrado analiza todas la aristas para una defensa integral de su cliente, auscultando el corazón del investigado e interponiendo todos los recursos y acciones legales para sacar adelante su caso?
8. ¿Será que ese jurista estudia, día tras día, incluso valiéndose de la IA (inteligencia artificial) para ser mejor profesional?
9. ¿Será que ese togado está capacitado para desechar una causa ilegal o ilícita, siempre actuando con una inmaculada ética profesional?
10. ¿Será que ese abogado tiene las aptitudes y actitudes para comprender a su cliente, aun aquel que es fastidioso e intenso, sin abandonar su proceso?
11. ¿Será que ese letrado es tolerante con los jueces, los fiscales, los auxiliares de la justicia, sus contrapartes, los testigos, que aunque sabe que mienten o que actúan de mala fe, los trata con respeto y dignidad?
12. ¿Será que cuando ese letrado termine su caso, ya sea victorioso o derrotado, se olvida del asunto para avanzar en otros procesos?
13. ¿Será que la divisa de ese togado es que él es siempre para el cliente y no el cliente para sus intereses?
14. ¿Será que siempre como abogado ama su profesión, no solamente por el éxito o el dinero, sino también con la satisfacción del cumplimiento del deber, atendiendo la maravillosa función social que cumplen este tipo de profesionales?
Siempre recuerda que ser abogado no es solamente un trabajo, es una forma de transitar por el mundo, el compromiso es con la administración de justicia, con la dignidad del otro, de obrar de buena fe, siempre tener como mira que la profesión de los abogados tiene una función social. Es siempre un regresar al sentido común, derivado de los valores de la libertad, de la fraternidad, de la ética, del juego limpio, que creíamos tan sólidos y que en la actualidad se convirtieron en tiempos oscuros y fangosos.
Donde es saludable releer los decálogos de los deberes, tan brillantemente expuestos por Ángel Osorio y Eduardo Couture y recordar con Rafael Bielsa, en su libro “La abogacía”: “El abogado no debe, ni aun en los momentos más difíciles de su vida, olvidar los principios que forman precisamente el espíritu de la Justicia y el sentido de la Seguridad Jurídica que debe sostener”.
Adenda 1: Muy lamentable que el Senado hundiera la consulta popular, no fue el gobierno de Petro el que perdió, fue todo el pueblo trabajador colombiano, a quien le propinaron esta infame cachetada. Es increíble que en una votación tan cerrada, de 49 votos por el no y 47 por el sí, se le quite la oportunidad a la clase trabajadora de que se le revindicara unos derechos que les habían sido robados en un mandato de un presidente, de uno de los partidos tradicionales.
Adenda 2: Paz en la tumba para José Mujica, hoy lo recordamos con una de sus contundentes frases: “El primer requisito de la política es la honradez intelectual; si no existe la honradez intelectual todo lo demás es inútil. Porque a la larga no hay mejor lenguaje que la verdad”.