“Cartagena se vende sola” es una expresión recurrente tanto en residentes como en visitantes, con gran sentido de orgullo, considerando la lista amplia de segmentos y de atractivos que la ciudad ofrece.
Sin embargo, esta máxima tan popular no es del todo cierta. El turismo no llega solo a la ciudad, hay que estar innovando, casi que seduciendo y participando en los espacios pertinentes que permitan que el destino se visibilice, genere interés, fortalezca su conectividad y motive la compra de sus servicios.
Es necesario “maletear a Cartagena”, un trabajo que la ciudad ha venido haciendo con gran esfuerzo desde hace muchos años, cuando el país estaba sumido en la violencia y éramos la única ciudad segura para hacer turismo, a la que llegaban los extranjeros y donde se hacían los eventos diplomáticos y de Estado.
No obstante, con la llegada del comercio electrónico y las plataformas de reseñas el trabajo cambió y tenemos ahora una realidad: la publicidad tradicional no es suficiente, las personas deciden su destino considerando, en gran medida, la reseña de la experiencia compartida por los visitantes.
De ahí que, desde el inicio de este gobierno, la directriz del alcalde Dumek fue la de devolver al turismo el lugar que corresponde en la agenda del gobierno distrital. Es así como desde Corpoturismo retomamos la misionalidad real de la entidad y llevamos una maleta con exceso de equipaje siempre a los escenarios nacionales e internacionales de promoción turística, en la cual mostramos, entre otras: una agenda permanente de eventos y actividades de interés, variedad de segmentos (deporte, romance, reuniones, vacaciones, religión, ocio, gastronomía y sol y playa), conectividad aérea en permanente crecimiento, capacidad logística comprobada para recibir cruceros y eventos de todos los niveles, una atmósfera especial para el romance y expertos de talla internacional para las bodas, un patrimonio histórico y religioso inigualable en el continente, unos escenarios naturales de ensueño para el deporte y la contemplación.
Cada uno puede maletearse Cartagena y lo primero que debe empacar son referencias positivas de la ciudad; segundo, experiencias memorables que contar, y tercero, un gran sentido de pertenencia por la ciudad que lo vio nacer o que lo recibió.
Tuvimos más de 192 mil turistas esta Semana Santa, un gran reto, pero también producto de un trabajo serio y decidido de exaltar todo lo que tenemos que ofrecer para impulsar el crecimiento económico de Cartagena desde un turismo responsable, es resultado de maletear a Cartagena de forma constante, conjunta y comprometida.
Cartagena no se vende sola. Se vende cuando todos, desde las instituciones hasta cada ciudadano, deciden hablar bien de ella, mostrar su mejor cara y trabajar apasionadamente por su futuro. Maletear a Cartagena es más que una estrategia de promoción de destino: es un acto de amor propio, de orgullo y de responsabilidad. Porque solo quien lleva su ciudad en la maleta, en la voz y en el corazón, puede hacer que el mundo entero quiera venir a conocerla.