De pronto te veo, en tu pequeña “chacra” en las afueras de Montevideo, te despierta el canto de las cigarras, es temprano, despacio, te tomas un mate, te acompaña tu Lucía, esa mujer valerosa que tanto tiempo ha acompañado tus soledades y las ingratitudes, pones un acetato en tu vieja radiola “Philips”, seleccionaste a Mercedes Sosa, “La cigarra”: “Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí, resucitando, gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal, porque me mató tan mal y seguí cantando”. Algunos vendementiras, sin oficio, de mi amada Colombia, ya te dan por muerto, te cuento, la gran mayoría de personas en mi país es laburadora, sonriente en la adversidad, de buen corazón. Sí existe una pequeña minoría, que por sus poros destila odio, te lanzan frases mezquinas por el solo hecho de pensar diferente, con solo decirte que una congresista, en un post de Twitter (ahora llamado “X”) usó una foto dónde está García Márquez con Fidel Castro, le colocó un texto: “Pronto estarán juntos en el infierno”. A ti, que no eres miembro de esa intolerante secta, te tildan de “terrorista de extrema izquierda” y otros epítetos todavía más fuertes, sé que eres ateo por convencimiento, así, no tienes ningún temor de bajar a esa infernal “paila mocha”.

Cuando se trata de metas no hay quien las pare
Álvaro Rojas CarbonellTampoco tuviste miedo de ingresar, en los años 60s al grupo guerrillero “Tupamaros”, de liberación nacional, buscando unas mejores oportunidades laborales, de salud, de bienestar general para tu pueblo.
Sé que por esta razón, en los años 70s, te secuestraron, te torturaron, no pudieron vencer tu dignidad, esa dictadura cívico militar se extendió desde 1973 hasta 1985, el terrorismo de estado galopaba asesinando, desapareciendo a los opositores, más de 200 personas sufrieron las consecuencias de este golpe de Estado. En Argentina, país vecino, la cifra de muertos y desaparecidos en esa época era todavía más aterradora, 5.000 personas, los militares pusieron de moda torturas como la “picana” y los “vuelos de la muerte”, los cadáveres eran lanzados al “río de la Plata”.
Luego, al restablecerse la democracia, fuiste elegido diputado por el “Frente Amplio”, alcanzando la presidencia de tu país desde el año 2010 al 2015.
En las últimas elecciones de Uruguay, con ahínco participaste para que fuera elegido tu ahijado político Yamandú Orsi.
Siempre, mi “llave” (recuerdo un diálogo entre Galeano y Benedetti: “Cuándo vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero, cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos, las llaves que lo salvaron”), fuiste un líder innato, siendo mandatario el 90% de tu salario lo donaste a instituciones en beneficio de los pobres y las pequeñas industrias.
Ahora, mi “pana” solo pides que te dejen en paz, hace poco, Gerardo Lissardy, de la “BBC”, logró pillarte con una entrevista, en ella defendías la democracia, parodiando a Churchill señalabas: “Es la mejor porquería que se ha podido inventar”, siempre prometiste que a los empresarios “no les doblarías el lomo con impuestos” y decías: “Necesitamos empresas que prosperen, que puedan pagar impuestos y generar riquezas. Sino, nos quedamos solo con los sueños y la utopía (...) hay que cuidar el clima de inversión, porque la riqueza es hija del trabajo y el trabajo es inversión” .
Muchos tenemos que aprender de ti, mi “brother”, una frase: “No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivir con lo justo para que las cosas no me roben la libertad” resume tu trasegar filosófico estoico por la vida. En la entrevista lo dijiste: “Por mi manera de vivir y los valores que defiendo (...) y eso no encaja en el mundo de hoy, soy consciente (...) el estoicismo es una vieja corriente de filosofía, una concepción de la vida, por eso la sobriedad con que vivo”. Él mismo se pregunta: “¿Cuándo soy libre? (...) cuando me escapo de las necesidades (...) si la necesidad me obliga a gastar mi tiempo para conseguir medios económicos con los que tengo que pagar el consumo que tengo, no soy libre (...) soy libre cuando gasto tiempo de mi vida en lo que a mí me gusta y se me antoja. Eso sí, porque es mío”.
El 9 de enero, con valentía reseñó: “Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso”. Solo pide que lo dejen tranquilo y descansar en paz.