Ha sido una verdadera fiesta con actos solemnes muy a la altura de nuestra ciudad, que convocó a la participación masiva en innumerables escenarios a la ciudadanía de Cartagena; los ciudadanos, sintiendo su ciudad en la piel, asistieron a cada acto de conmemoración por aquellos gritos de libertad. Una gozadera amena, organizada, pensada para todo tipo de público.
Después de sentir el compromiso del pueblo cartagenero -la mayoría quiere meterle alma, vida y corazón para que las cosas de ciudad se den de mejor manera-, quiero plantearle a cada ciudadano, sin distinción de etnia, religión, gustos, pensamientos o ideologías: por qué no nos damos a la tarea de asistir permanente a hacer ciudad, a construir ciudad, en una gozadera constante en la cual ese deleite nos muestre el progreso con más frecuencia.
Gozar de una convivencia ciudadana donde el respeto prime sobre todas las cosas, respeto al medioambiente, respeto al umbral de la casa, respeto a las calles, respeto a la movilidad, respeto a las normas, respeto a los animales y por supuesto el respeto al ser humano, al otro, el que también tiene derecho, el que existe y está presente, el que es mi semejante; respeto entre padres e hijos, respeto entre vecinos, respeto entre los pasajeros de un transcaribe o servicios públicos, respeto con el transeúnte.
Si cada ciudadano mirara más el entorno y pensara más en el resultado colectivo, hiciera un análisis propio sobre su comportamiento y sobre cuánto este afectaría negativa o positivamente los lugares que se mueve o frecuenta. Gozar de un ambiente menos hostil, más limpio, más saludable; gozar de las cosas y asistir a los jolgorios sin roces, sin maltratos, sin balas, que los autos, motos, bicicletas transiten cumpliendo las normas del DATT, sin agredir al otro, sin querer llevarse a los demás por delante, cosas tan sencillas como ser razonables de resultados objetivos en beneficio de la comunidad, todo eso haría la gran diferencia. Gozo, reza el diccionario, es: “Sentir placer o alegría a causa de algo” y gozadera, en una de varias definiciones: “Acción de gozar larga e intensamente”.
Estoy viendo el compromiso de parte y parte, una administración con muchas ganas de darle el vuelco a la ciudad y hasta la fecha con aprobación del Concejo del Plan de Desarrollo y una ciudadanía que cada vez más quiere meterse en el cuento de reconocerse a sí misma para poder reconocer a la ciudad y así empoderarse de su deber para lograr el cambio, se ve atractivo.
Todos estamos en la obligación de aportar a la ciudad, todos tenemos el deber de opinar lo que de ciudad se trata, todos tenemos parte de las riendas cuando de conservación se trata y todos estamos invitados a continuar alcanzando los logros para la ciudad. Apenas es un inicio y vamos bien. Feliz cumple 491, Cartagena.
*Escritora.