Si algo no debemos olvidar es la corrupción del fiscal general Néstor Humberto Martínez Neira, gracias al que Odebrecht y el Grupo Aval en Colombia y quienes en las altas esferas de la política les ayudaron y siguen impunes.
La buena noticia para el país es que el fiscal intimidante, NHMN, cínico que se tropezaba con sus propias mentiras, renunció, no era garantía de transparencia y no va a poder seguir manejando con su poder la investigación de Odebrecht.
A Martínez nadie lo investigaba muy a pesar de su oscuro historial porque está protegido por su fuero de fiscal y las extensas movilizaciones ciudadanas exigiendo su renuncia, recibió todo el apoyo del corrupto de Álvaro Uribe y su CD.
Hizo carrera, otra forma de callar a los que conocen toda la verdad sobre Odebrecht, sus socios en Colombia y responsables de desfalcos y sobornos, utilizando las instituciones del Estado para garantizar la impunidad.
En nuestro país existe un pacto de impunidad, los fiscales y procuradores gozan de la protección política de los grandes jefes de la ultraderecha, por crímenes de lesa humanidad, asegurándoles impunidad y así evade rendir cuentas ante la Justicia.
Su renuncia irrevocable al cargo, al cuestionar decisiones del veredicto de la JEP, caso Santrich, que considera como un desafío al orden jurídico y que no participará en su refrendación.
Es un gran oportunista, llamó a la movilización ciudadana, olvidándose que grandes movilizaciones exigían que el fiscal general fuera una persona honesta y no un defensor de grandes y graves delitos de los poderosos de este país.
Aseguró que en Colombia se abrió una puerta falsa para restringir la extradición, todo esto en nombre de la paz, que su conciencia y su devoción por el Estado de Derecho le impiden continuar en el cargo.
Por el restablecimiento de la legalidad y la defensa de la paz, en un marco de justicia especial que exhale confianza para todos los colombianos y no para unos pocos y para todas las víctimas del conflicto, expresiones que ni él mismo se cree.
El caso Odebrecht y las muertes de Jorge Enrique Pizano y su hijo Alejandro, en circunstancias que no han sido investigadas seriamente y hace parte del tape y tape del fiscal NHMN, para proteger la vaca sagrada de Sarmiento Angulo.
Nos sumamos a la solicitud pública de Gustavo Petro, “es una excelente noticia que un corrupto se vaya y ojalá Duque y la Corte Suprema no nos pongan otro corrupto”.
Se va el fiscal de Odebrecht-Sarmiento, terrible historia escribió en la historia de las instituciones de la Justicia y gana la Fiscalía con la renuncia de Martínez Neira, la que habían solicitado públicamente Asonal con su presidente Fredy Machado.
*CUT BOLÍVAR