El alcalde (e) citó a sesiones extraordinarias al Concejo Distrital entre el 12 y 30 diciembre, para estudiar nueve proyectos de acuerdo. Uno de ellos tiene como objetivo autorizar al alcalde a realizar operaciones de crédito público por $391 mil millones; es decir, la ciudad se estaría endeudando a un poco más de $1.000 millones por día en 2019. Dado el monto, hubiese sido bueno que este proyecto se aprobara en una sesión ordinaria y no en medio de villancicos y vacaciones, de tal manera que se hubiese un debate amplio sobre su alcance.
Esta no es la primera vez que una administración distrital solicita autorización para endeudarse en los últimos años. La alcaldía de Dionisio Vélez realizó un crédito por $250 mil millones y la de Manolo Duque otro por $112 mil millones. Del primero, los informes de Funcicar muestran que no se alcanzaron los objetivos. El segundo, también aprobado en unas sesiones extraordinarias durante los mismos días dos años atrás, contemplaba, entre otras cosas, $60 mil millones para el proyecto de protección costera que aún sigue sin iniciar obras.
Hay cosas que preocupan sobre el nuevo endeudamiento. En primer lugar, hasta qué punto la ciudad puede afrontar este compromiso. La exposición de motivos presentada al Concejo indica que se cumplen los indicadores de solvencia y sostenibilidad establecidos por ley. Sin embargo, surgen dudas sobre los recursos realmente disponibles. Por ejemplo, la misma exposición de motivos establece que los ingresos corrientes de libre destinación serían $620 mil millones para 2021, mientras que los ingresos corrientes totales sumarían $890 mil millones. Si se ajusta a los fondos disponibles, el ahorro operacional para pagar la deuda pasaría de $495 a $225 mil millones en ese año.
Otro punto que debe considerarse para establecer la capacidad de endeudamiento son los créditos y pasivos contingentes de los entes descentralizados. En estas sesiones extraordinarias también se estudia la autorización para endeudarse en $20 mil millones con destino a Transcaribe, entidad que hace unos años también asumió créditos por cerca de $100 mil millones. En la medida en que el Distrito es el propietario de las empresas descentralizadas, deberá asumir los compromisos vigentes si hay un deterioro de las finanzas de estas.
Los resultados del endeudamiento distrital en los últimos años no han sido los mejores. Este nuevo empréstito se ejecutaría con la misma organización administrativa que fracasó en el pasado. Quizá un paso previo importante es el fortalecimiento institucional y una mayor transparencia en la contratación, de tal forma que se aseguren los objetivos propuestos con los créditos.