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Columna

Las niñas de El Carmen

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Las vacunas son herramientas poderosas para prevenir muchas enfermedades, entre ellas el cáncer de cuello uterino. La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es considerado un factor de alto riesgo para el desarrollo de este cáncer, por lo que aplicar la vacuna contra el VPH es una forma de prevenir la enfermedad. En el mundo, millones de personas han sido vacunadas contra el VPH y los resultados han sido prometedores.

Aunque insisto en la importancia de las vacunas, también sostengo que aplicar la vacuna contra el VPH a niñas de El Carmen de Bolívar, enfermó a muchas de ellas. Si el efecto tóxico aún no puede atribuirse a la interacción entre la vacuna y el organismo de las menores, debe reconocerse que todo ocurrió luego de la vacunación. Sin vacunar las niñas estarían bien, y lo que tienen dista del diagnóstico ridículo y despectivo divulgado por el Minsalud anterior, consistente en una respuesta psicogénica masiva, presíncope y síncope psicogénico masivo, terminología de cuyo significado este personaje no tiene ni idea, difiriendo de diagnósticos específicos documentados en otros países luego de vacunar contra VPH, tales como síndrome de fibromialgia, encefalomielitis mialgia, enfermedad sistémica de intolerancia al ejercicio, taquicardia ortostática postural, esclerosis múltiple, púrpura trombocitopénica idiopática, mielitis transversa, Schoenlein-Henoch, entre otros. 

Aunque los efectos nocivos son parecidos globalmente, muchas niñas de El Carmen experimentan, además de distintos problemas clínicos, una condición referida como crisis, que se inicia con desmayo, convulsiones, contracción severa de extremidades, ojos hacia atrás y a veces autoagresión. Luego de varios minutos, se relajan y van lentamente a su estado normal. Este fenómeno, observado varias veces por el suscrito, no está en los reportes de Minsalud.

En los cientos de folios de Minsalud, la constante es que la vacuna es segura y por tanto lo que padecen las niñas no tiene relación con una reacción a la misma. Terquedad innecesaria. Las niñas afectadas de El Carmen sí están clínicamente enfermas y necesitan atención inmediata. La Gobernación financió un estudio clínico preliminar y actual; es un primer paso, pero entre todos, incluyendo Gobierno, políticos, Procuraduría, Defensoría, academia y sociedad civil, debemos unirnos para que las adolescentes reciban la atención requerida y sigan las investigaciones.

La evidencia científica que explique los mecanismos bioquímicos y la genética asociada con la respuesta atípica a la vacuna en El Carmen de Bolívar y otros lugares aparecerá. Mientras, exijamos intervenir al nuevo Presidente, traer a la CDC de Atlanta, y que tanto la OMS como el proveedor, Merck, hagan sus propias pesquisas y respondan.

 

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