En 1963, el ministro de Guerra, John Profumo, del gabinete del primer ministro conservador, Harold Macmillan, en Inglaterra, mantenía una aventura amorosa con la corista Christine Keeler, hecho calificado como un verdadero escándalo político. El ministro fue acusado en la Cámara de los Comunes y enjuiciado. Profumo, ante la evidencia de los hechos se vio obligado a renunciar al cargo. El primer ministro Macmillan también renunció, como secuela del affaire Profumo-Keeler.
En Estados Unidos, en 1998, ocurrió el escándalo Clinton-Lewinsky, también político sexual, entre el presidente norteamericano Bill Clinton y la pasante de la Casa Blanca, Mónica Lewinsky. En la Casa Blanca se inició la relación personal de Mónica con Clinton. Una amiga de Mónica secretamente grabó unas conversaciones telefónicas y las envió a la prensa. La investigación fue impulsada por el partido Republicano, en la Cámara de Representantes. Fue un juicio que duro 21 días, y también posteriormente pasó al Senado, donde finalmente Clinton fue exonerado.
En Colombia se recuerdan varios casos de affaires, con otras características a las del ministro Profumo y de Bill Clinton. De esa guisa acude a la memoria el “binomio Leyva-Gómez Hurtado”; entre el Ministro de Obras Públicas, Jorge Leyva, y Álvaro Gómez Hurtado, hijo del presidente Laureano Gómez. Binomio que participó en algunos negociados. La prensa de la época los puso en la picota pública. Un jefe conservador, Gilberto Alzate Avendaño, lo llamó el "Binomio siniestro", en frase que ha pasado a la posteridad. No fueron enjuiciados.
Otro fue el Binomio Fadul-Peñalosa, episodio desagradable en el gobierno del presidente Carlos Lleras Restrepo, un gobernante sin tacha moral. Miguel Fadul era Gerente del IFI y Enrique Peñalosa era ministro de Agricultura. En el Congreso de la época un senador del Magdalena, Ignacio Vives, era enemigo acérrimo del presidente Lleras Restrepo. Al senador Vives lo había acusado el ministro Peñalosa de actos de corrupción con unos terrenos en su departamento. Por ello Vives se dispuso a llevar a cabo un debate que lo inició al comienzo de la legislatura, del 20 de julio, hasta el 11 de septiembre de 1969. Los discursos de Vives eran interminables y pasaban la media noche para no dar margen a la réplica de los ministros del gobierno de Lleras. Él era un orador agresivo, esos debates también estaban dirigidos a tumbar al presidente de entonces, Carlos Lleras Restrepo.
No son equiparables los binomios Profumo-Keeler, Clinton-Lewinsky, Leyva-Gómez Hurtado y Fadul-Peñalosa, con el binomio Carrasquilla-Andrés Flórez, el de los “Panamá Papers” y Mossack-Fonseca, que tienen un alto contenido antiético.
“No son equiparables los binomios Profumo-Keeler, Clinton-Lewinsky, Leyva-Gómez Hurtado y Fadul-Peñalosa, con el binomio Carrasquilla-Andrés Flórez (...)”