comscore
Columna

Poetas y empresarios

Compartir

Fue Goethe, en el cenit de la “más hermosa época de la historia del espíritu alemán”, quien proclamó al poeta como el supremo legislador del mundo.

Otro alemán, Hamann, de la misma estirpe de Goethe, con profunda fe y rotunda convicción, afirmaba de la poesía que era “la lengua materna del género humano”.

Y como si la literatura no alcanzara a abarcar la dimensión universal del poeta, este precursor de la revolución que alumbró el Romanticismo, reafirmó el concepto de Goethe y de Novalis, al sentenciar: “Dios no era un geómetra o un matemático sino un poeta”.

Friedrich Leopoldo von Handerberg, el inmortal Novalis, como fue entre los griegos, auguraba que “en el futuro el poeta volvería ser profeta, sacerdote y hasta legislador”, que es en cuanto deviene ese fermento concentrado de las emociones y percepciones humanas por excelencia.

Cuanto me lleva por estas digresiones iniciales, no es huero diletantismo o lo que pueda parecerse o asumirse como tal, en este ejercicio del pensamiento que supone soportar la inmediatez de una columna.

O, la de un tontillo mediocre, aupado de diplomas hechizos y otros artificios propios de su anodina ilustración, que es cuanto deja ver quien, sin conocimiento de causa ni de las materias que juzga, se erige en “comentarista” enmascarado.

Llamar la atención de quien así lo tome de cuanto en la historia de la humanidad, de la sociedad, en el desarrollo de la ciencia, la política, la ética, la moral, las artes, la filosofía y hasta la teoría económica han imaginado, edificado, transformado, renovado, significado y aportado los poetas, es mi intención.

Para tal, me bastaría referirme no más a esa revolución alumbrada por el romanticismo en el siglo XVIII; a la más trascendental, la más profunda y sostenible en el tiempo de la historia, de entre cuantas alumbraron la modernidad, cuyos parteros fueron los poetas.

A esa criatura la engendraron y alumbraron los poetas; es a ellos, a su pensamiento y acción, a quienes Occidente debe el advenimiento del mundo moderno, del Estado, de la ciencia y el conocimiento, la nueva Economía, que iluminaron las cavernas que la religión construyó sobre el poder de la divinidad y la fe.

En cuanto a mí, poeta, hago con buen resultado y competencia aquello que ‘petufar_24475’, cree vedado para los poetas: en 150 metros cuadrados (150 m2), genero 50 empleos directos, 13 mil millones de pesos en producción; pago impuestos, no los evado ni gozo de exención tributaria alguna ni le hago trampas a la DIAN.

Y sé de dónde, y cómo, “sacar los 25 billones que faltan en el presupuesto del año entrante” sin “aumentar los impuestos” ni “despidiendo empleados estatales”, ni suprimiendo empleos, ¡estúpido!, ni fraguando pactos tramposos contaminados de corrupción para “reducir ese faltante”.Poetas y empresarios

“En cuanto a mí, poeta, hago con buen resultado y competencia aquello que ‘petufar_24475’, cree vedado para los poetas: en 150 metros cuadrados (150 m2), genero 50 empleos directos (...)” 

Únete a nuestro canal de WhatsApp
Reciba noticias de EU en Google News