Valeroso y oportuno el gobernador Dumek Turbay cuando dijo, sin cautelas ni evasivas, que no dejará que “se lleven la Base Naval de Cartagena”. El ministro de Defensa, en cambio, como buen pachorrudo y farragoso, repitió la babosada de que “no se ha descartado la isla de Tierrabomba como sede de la Base Naval”. Firmó, sin embargo, el decreto que le borró al traslado de la Guarnición la primacía del “interés nacional” que le había conferido el decreto 2731 de 2013.
El gesto de Turbay Paz reivindica la desprestigiada descentralización territorial que no funciona entre nosotros, pues nuestros alcaldes dejan irrespetar su independencia. No cuentan ni su voz ni su voluntad ni su responsabilidad cuando lo que debe resolverse entre ellos y los presidentes o los ministros lo decide unilateralmente el Gobierno nacional, sin avisarles ni consultarlos, ignorándolos.Cartagena pierde todos los pulsos entre Nación y Distrito. Hace un tiempo el ex alcalde Augusto Martínez trató de abrirle la pupila al alcalde del momento, precisamente por la celebración de un acto que tenía que ver con un proyecto futuro en los terrenos de la Base en Bocagrande, y el hombre ni se inmutó. Andaba en otra cosa y otras eran sus prioridades y sus ansiedades. Le daba igual ser o no ser interlocutor y enaltecer el nombre de su ciudad.
La alcaldesa, en este trance en que Santos cambia de opinión (cosa que no hacen, según él, sino los idiotas) hizo mutis por el foro: silente como una estatua. Tanto como la Cámara de Comercio, que no ha recibido el visto bueno del ex senador Juan José García para cumplir un deber institucional. Ciudad vencida y vencejos asisten, carillenos y obsecuentes, a la saturación del poder presidencial echando por la borda lo dispuesto en la Constitución del 91 y las leyes que la desarrollan.
No he olvidado un artículo que el gerente de la Empresa Nacional de Renovación Urbana Virgilio Barco, Andrés Escobar, publicó sobre los sueños que le suscitaban las treinta hectáreas de la Base en Bocagrande. Por haber usado allí el término “edificabilidad” dejó un olor a tres sueños distintos y un negocio verdadero, reforzado por la frase que lanzó la directora de la Asociación Inmobiliaria del mismo nombre, Claudia Luque: “Ellos entregan la nueva Base y nosotros el predio”. ¿A quién o quiénes?
Esperemos a ver qué ocurre en unos días, cuando el gobernador Turbay se reúna de nuevo con el ministro de la Defensa. Alguien que lo conoce bien asegura que dirá, en lenguaje castizo y sencillo, quiénes son los “Ellos” que entregarán la nueva Base y los “quiénes” que recibirán el predio. Que diga de una vez si entregan la Base aquí o en Barranquilla.
Siquiera el gobernador Turbay se erigió, de hecho y para llenar un profundo vacío, en el representante legal del Distrito de Cartagena.
“La alcaldesa, en este trance en que Santos cambia de opinión (cosa que no hacen, según él, sino los idiotas) hizo mutis por el foro: silente como una estatua”.
Carlos Villalba Bustillo*carvibus@yahoo.es*Columnista