comscore
Columna

Don José y el restaurante

Compartir

No estoy de acuerdo con ningún tipo de discriminación, en ningún escenario. Dicho esto, propongo darle una segunda mirada al caso de don José y el desafortunado restaurante Taquino, de Medellín, más allá de la indignación nacional del momento.

En las noticias y en el video del evento, que no muestra cuando se da la supuesta discriminación, sino el drama posterior, lo que percibo es un linchamiento mediático al restaurante y a la desafortunada señora que aparentemente ordenó impedir que don José se sentara en una mesa a almorzar. Pero no me queda claro si el señor fue realmente discriminado.

Y digo esto porque una forma de ver el caso es como si un mesero, en su horario laboral, aceptara una invitación a comer por parte de los clientes del restaurante donde está trabajando. Me atrevería a decir que esto no es aceptado por ningún restaurante. Tampoco estoy diciendo que esa política deba aplicar necesariamente para don José, pero es evidente que en ese momento él es un “trabajador” más dentro del restaurante, y ese solo detalle podría cambiar la visión de la situación.En el video se nota que don José es el más desconcertado con todo lo que pasó, al punto de pedir públicamente que no le hagan daño al restaurante. Y seguramente pide esto porque, según parece, ese mismo restaurante que el país satanizó al unísono, le ha permitido a don José trabajar durante más de 10 años. Si algo está claro es que en ese restaurante, aunque de paso, don José está laborando, no pidiendo limosna, y lo hace a diario, por lo que se podría decir además que el restaurante ha sido generoso con él permitiéndole laborar durante tantos años sin tener ninguna obligación para ello. Entonces tampoco se trataría de discriminación por su vestimenta.

Pero lo peor es que este caso podría llevar a que en Colombia los establecimientos similares opten por implementar el famoso “No soliciting” que se lee en las puertas de todos los establecimientos de comercio de los EEUU, que no es otra cosa que prohibirles el acceso a vendedores ambulantes y similares, lo cual obviamente iría en detrimento del sustento de las personas dedicadas a labores como la de don José.

Es importante reflexionar por un momento, más allá de lo que los diferentes medios nos quieren hacer ver (La W montó comedia con banda sonora y dictó sentencia condenatoria). Pero independientemente de si hubo o no discriminación, tampoco estoy de acuerdo con los linchamientos mediáticos. Muchos de los que se indignan ante casos como este, lo que hacen es enfilar sus odios, resentimientos y frustraciones hacia el objetivo del momento, creyéndose mejores personas que la víctima de turno del sempiterno apetito mediático, en este caso la pobre administradora del restaurante, que en el video se ve que quedó más aburrida que burro en canoa. Eso tampoco me parece correcto. 

Henry Char

Únete a nuestro canal de WhatsApp
Reciba noticias de EU en Google News