La base del desarrollo de Colombia está íntimamente relacionado con los activos ambientales. Entender la restauración de los territorios en un contexto de posconflicto es conocer la existencia de diversos desafíos ambientales e implica reconocer que las oportunidades de construcción son mayores y que las ganancias que obtiene el ambiente son palpables desde el inicio.
La estrategia de Bosques de Paz nos permite ir hacia la protección de los recursos naturales, la recuperación ambiental de los ecosistemas, el desarrollo de las comunidades en el territorio a través de proyectos productivos, la educación ambiental y la construcción de un monumento vivo de paz como memoria histórica del conflicto armado en la zona de influencia.
En Cartagena de Indias hemos identificado el cerro de La Popa como un ecosistema estratégico para rehabilitar y recuperar el bosque nativo. Cartagena siempre está en la mira de todos, fue escogida para este piloto porque aumentó la tala del bosque, que afecta el medioambiente y a las especies nativas, generando erosión y deslizamiento de los suelos, lo que se une a la pobreza extrema de los asentamientos de familias desplazadas del conflicto armado que habitan la zona.
Por estas condiciones ambientales y sociales de vulnerabilidad de la capital de Bolívar, desarrollaremos esta iniciativa vinculando a las comunidades del cerro tutelar de La Heroica: habitantes, propietarios de predios, autoridades locales, jóvenes en riesgo y organizaciones comunales, entre otros actores. Todos ellos aportando a restaurar, reforestar y enriquecer un área aproximada de 45,6 hectáreas, en las que esperamos que se beneficien 120 familias residentes en la invasión Bendición de Dios.
Así promovemos espacios que generan regulación climática en términos de microclimas en la ciudad y al tiempo conectamos áreas de bosque natural fragmentado para recuperar el cerro, contribuimos a la belleza escénica, a la apropiación social del paisaje y a la conservación de la biodiversidad, pues allí habitan insectos polinizadores claves para mejorar la estructura ecológica urbana, e incluso murciélagos que regulan vectores (zancudos) y también polinizadores que usan estos espacios como hábitat y paso, lo mismo que aves que anidan allí, y otras migratorias.
También tendremos un proyecto productivo asociado al Bosque de Paz, que implica crear un jardín botánico con senderos peatonales, cicloruta y un vivero forestal para conservar las especies nativas del bosque seco tropical, el tipo de ecosistema en La Popa, del cual solo tenemos un 8% en Colombia. Esto contribuirá a aumentar coberturas forestales para mitigar los efectos del cambio climático al promover la captura de CO2, uno de los gases que más contribuye al efecto invernadero y por lo tanto al calentamiento global.
Este es nuestro aporte a la reconstrucción del tejido social y a la memoria histórica de las víctimas del conflicto, orientándonos a hacer las paces con la naturaleza y a velar por conservarla en escenarios de concertación, diálogo y desarrollo sostenible. El del cerro de La Popa, será un bosque de paz urbano, los cartageneros lo necesitan.
*Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia