Mi primera columna en este periódico fue en el 2007 y trató sobre el racismo. La discriminación racial en Cartagena, como las brujas, que las hay, las hay, escribía hace 10 años en este espacio que me abrió el director de este periódico a nombre de un grupo de personas afro que estábamos detrás de la iniciativa “Código juvenil de ética para los medios de información y comunicación en Cartagena”. Una propuesta del Código juvenil, con el apoyo de Funsarep, planteaba que los medios abrieran sus micrófonos, páginas y pantallas a los jóvenes y El Universal abrió su espacio de Columna Móvil los jueves cada 15 días. El origen de este espacio explica mi opinión reiterada sobre las realidades y problemáticas de la gente más joven.
De todas mis columnas las más difíciles fueron las 2 anteriores, donde hablo de la muerte por leptospirosis de los 2 jóvenes hermanos Romario y María Camila Guerrero Sandoval, en El Pesebre, en el cerro de la Popa. Al igual que esta por tratar de lo mismo y por ser la última que escribo en este periódico al que solo le tengo palabras de agradecimiento.
Ni el Dadis, pero tampoco la IPS y EPS involucradas, el Instituto Nacional de Salud (INS) y el Ministerio de Protección Social, han dado a la familia, comunidad, ciudad, medios, periodistas y columnistas, una explicación sobre las fallas en la implementación del Protocolo de Leptospirosis. El Dadis no ha vuelto al Pesebre desde el 3 de febrero, al hacer pruebas solo a familiares cercanos de los fallecidos y administrarles profilaxis. 25 días después nada se sabe de los resultados de estas primeras pruebas ni cuándo se harán las segundas.
La niña remitida por el Dadis a un centro médico el mismo 3 de febrero, que estuvo 4 días hospitalizada, cuyo primer examen arrojó positivo y recibió tratamiento durante varios días, volvió el 14 de febrero a una clínica para una cita de control donde se le repitió el examen, dando nuevamente positivo. Sus familiares esperan el dictamen del INS, los mismos que se hicieron una primera prueba por iniciativa particular, junto con más de 30 personas de la comunidad el 10 de febrero, con resultado negativo para la mamá y hermanos de la niña, pero no para 2 jóvenes vecinos.
El 15 de febrero el alcalde Mayor y la directora del Dadis se reunieron con algunos familiares y vecinos de Romario y Camila en la sede de la Alcaldía Mayor, comprometiéndose con una atención integral que a mi parecer llegará el 30 de febrero. El Pesebre espera atención integral del Distrito, pero yo no espero por ahora seguir hablando a través de columnas en una ciudad ciega, sorda, muda, inmóvil y fallida, donde hay gente que muere y enferma por culpa de las ratas y no pasa nada.