Como nunca antes, el futuro de Cartagena está en manos de sus electores pues jamás se le habían ofrecido a la ciudad tan buenas perspectivas.
El Consejo Consultivo Alianza por Cartagena, que está integrado por los presidentes de los gremios, algunos de los dirigentes más prestantes de Cartagena y dirigentes nacionales que han demostrado deseos de servir a la ciudad, viene acompañando a los macroproyectos de la ciudad. Se reúne cada dos meses y le hace seguimiento y trabaja por conseguir financiación.
Los macroproyectos son: protección costera; avenida del Bicentenario; drenajes pluviales; recuperación de canales y lagos; Corredor de Carga y Quinta Avenida de Manga; culminación de la vía Perimetral y de la vía longitudinal de la ciénaga de la Virgen; Canal del Dique; macroproyecto social; y la central de abastos. Además, el Consejo adoptó la solución de la eliminación de la pobreza en Cartagena, según el estudio elaborado por el Banco de la República en cabeza de Ayala y Meisel.
El análisis de cada macroproyecto está muy avanzado al igual que su financiación. Por ejemplo: defensa costera, con un presupuesto de 160 mil millones de pesos, está terminado y financiado y la apertura de su licitación internacional se realizará, Dios mediante, en febrero.
Nos reunimos con Luis Alberto Moreno, Presidente del BID, el senador Fernando Nicolás Araújo, Rafael de la Cruz y mi persona y le informamos sobre los proyectos del Consejo Consultivo y del estudio del Banco de la República para eliminar la pobreza. El doctor Moreno nos dijo que le gustaría aprovechar los tres años que le faltan como presidente del banco, para prestarle a Cartagena los dineros que fueran necesarios para financiar los macroproyectos y la solución de la pobreza y convertir a Cartagena en una de las mejores ciudades turísticas del mundo.
Con los escándalos en la administración pública el pueblo ha cobrado conciencia del gravísimo problema de la corrupción que afecta la ciudad y que hay algunos ladrones de cuello blanco que han conseguido amplia influencia en el Gobierno nacional, en el departamental y en distrital para poner funcionarios o hacer elegir a concejales, diputados, representantes o senadores que les permitan apoderarse de buena parte de los dineros públicos con los cuales se han hecho multimillonarios con la compra de votos en cada elección.
Es hora que el pueblo se sacuda, que no se deje comprar por los funcionarios corruptos. Hay que hacer un revolcón y elegir a conciencia a funcionarios honestos y competentes que defiendan y sirvan a los intereses del pueblo.
Invito al lector a contemplar con los ojos de su imaginación lo que será Cartagena libre de pobreza y con cada macroproyecto desarrollado a plenitud: un vividero maravilloso para sus habitantes y un emporio industrial, portuario y turístico a la altura de los mejores del mundo. Trabajemos por lograrlo.