Cartagena tiene al mismo tiempo grandes ventajas y desventajas para drenar bien sus aguas pluviales. Los numerosos cuerpos de agua que de por sí facilitan las descargas, también las dificultan por las variaciones en el nivel medio del mar y las llevarán a una situación más compleja por los efectos del cambio climático, circunstancia no afrontada en la ejecución de los últimos proyectos.
Los box culverts instalados en la Avenida Venezuela con áreas suficientes para los caudales aun con lluvias torrenciales, desembocan precariamente en la Bahía, muelle de los Pegasos, y en Puerto Duro, pues las famosas pico de pato, del diseño inicial, fueron descartadas y entonces la viabilidad de las descargas depende del nivel del agua receptora y por lo tanto casi siempre hay represamiento. Hace falta un sistema de bombeo.
Las impulsiones, a través de las bombas en serie de la Plaza de la Aduana que recogen buena parte de la cuenca del Centro Histórico, llevan seis años paradas por increíble negligencia del Distrito. No hay quien las opere ni quien les haga mantenimiento y se acumula el agua cuando llueve. Además la descarga, en vez tener una impulsión hasta la bahía, lo hace a una caja cerrada que dificulta su salida.
Los desagües de las calles aledañas al paseo peatonal de Bocagrande son un desastre, pese a que fue advertido que las pico de pato no funcionarían al no tener una cabeza hidráulica suficiente para abrirlas, así que en lugar de resolverse, se empeoraron. Lo mismo ocurre con las bombas del Parque del Centenario, ya que nunca las han puesto a funcionar. También se notan, sin terminar los trabajos, que las obras del Canal Emiliano Alcalá, en el barrio El Socorro, con el célebre puente mocho, no será ni de lejos la solución para las inundaciones.
Todo esto, para solo mencionar pocos ejemplos, nos lleva a concluir que los drenajes pluviales en la ciudad no han sido afrontados con seriedad técnica y si bien se han invertido significativas partidas, en la mayoría de los casos son proyectos fallidos que en lugar de resolver el problema, lo agravaron.
Ahora cuando se hacen los diseños definitivos del Plan Maestro de Drenajes Pluviales por la Universidad de Cartagena, es imperativo tomar todas las precauciones para llegar a propuestas completas, confiables, con todas las variables incluido por supuesto el cambio climático, el nuevo RAS y con las herramientas modernas, hacer las simulaciones hidráulicas de las corrientes en las nuevas secciones hasta la certeza, y tener toda la información de afectaciones prediales y de redes, entre otras cosas.
Desde la SIAB, como interventores, haremos las revisiones y correcciones pertinentes, ya que tenemos los expertos indicados. Entendemos y toda la ciudad lo entiende, la urgencia no de contratar por contratar, sino de resolver prontamente semejante falencia, pero ello no puede ser óbice para corregir los errores del pasado.