El próximo 7 de agosto se cumplirán los casi siete años del gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Un hombre con gran carisma, elegante, inteligente y de alta alcurnia bogotana y ganador del Premio Nobel de Paz.
Santos nació destinado a ser presidente por su origen familiar y por su excelente trayectoria como ministro de Hacienda, Desarrollo y por último de Defensa bajo el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, quien tuvo la generosidad de ungirlo como su candidato a la presidencia.
Muchos votamos por él por todas esas circunstancias y porque iba a continuar con la política de seguridad democrática que tuvo indiscutible éxito porque a finales del 2002 este país era inviable por la incertidumbre e inseguridad que dejaron los 7 años y medio de diálogos del Caguán y de la Habana que de muy buena fe adelantó el presidente Santos y que sirvieron para que el Estado se fortaleciera militarmente y la guerrilla mostrara su talante “ideológico” por cuanto que mientras adelantaba diálogos de paz con el Gobierno seguían cumpliendo con la entrega de armas y la cesación del secuestro que hoy vivimos.
Santos ha avanzado con los diálogos de paz con las Farc y pueda ser que se incluya al Eln. El primer paso para los diálogos debe ser que las partes digan la verdad. Entonces las Farc deben reconocer que son secuestradores, extorsionistas y protectores de narco cultivos que es la fuente para sostener la guerra contra el Estado colombiano.
Las Farc están proponiendo espacio político, bienvenidos a que hagan política pero que lleguen al Congreso por la vía electoral con los votos del pueblo, con sus propios recursos. Y atrae la propuesta de reducir el legislativo a una sola cámara. Creemos que no se debe tocar el modelo de Estado que tenemos y que en ningún caso imitemos el populismo socializante de Venezuela.
Se busca acabar de una vez por todas con el terrorismo y se les da de nuevo estatus político a unos líderes guerrilleros que estuvieron en su momento histórico casi derrotados y huyendo en las montañas al final del gobierno de Uribe. Santos tácticamente aflojó y hoy sentimos que hemos retrocedido algo. Que Dios nos vea con ojos de misericordia.
Todos los colombianos queremos la paz pero creemos que debe darse con verdad, justicia y reparación a víctimas sin sacrificar los valores fundamentales de nuestra democracia que no es perfecta, pero de todas maneras, como decía Churchill, es el peor de los sistemas de gobierno a excepción de los demás.
*Abogadorvelezpareja@yahoo.com.co